Un estudio global revela que los argentinos, junto a brasileños e italianos, están entre los más intolerantes al silencio en una conversación. La palabra circula rápido en una cultura verborrágica y expresiva.
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Argentina es un país de palabra fácil. En sobremesas familiares, reuniones laborales o vínculos de amistad, hablar —y hablar mucho— es casi una norma cultural. En ese escenario, el silencio suele interpretarse como algo raro, incluso sospechoso. Así lo confirma un nuevo informe de la plataforma de aprendizaje de idiomas Preply, que determinó que solo hacen falta 6,5 segundos de mutismo para que los argentinos empiecen a sentir incomodidad.
La investigación, que analizó la percepción del silencio en 21 países, destaca que las culturas latinoamericanas y mediterráneas tienden a llenar los vacíos conversacionales rápidamente, mientras que en algunas naciones asiáticas estos momentos de pausa pueden ser signos de respeto o introspección.
“Los brasileños lideran el ranking de intolerancia al silencio, con una media de 5,5 segundos antes de que se sientan incómodos. Los argentinos están apenas un segundo por detrás”, explicó Yolanda Del Peso Ramos, vocera de Preply y especialista en idiomas. Según la experta, este comportamiento revela una idiosincrasia compartida de culturas expresivas y cálidas, donde el flujo constante de palabras refuerza los lazos sociales.
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El informe también destaca que Italia, Colombia, Estados Unidos y Hong Kong están entre los países menos tolerantes al silencio. En el otro extremo, lugares como Japón o Suecia conviven más naturalmente con las pausas en las conversaciones.
“La intención de este estudio fue observar un aspecto menos explorado de la comunicación: el silencio. Nos interesa cómo incluso la ausencia de palabras puede decir mucho sobre una cultura”, subrayó Del Peso Ramos.
En definitiva, en un país como Argentina —donde los silencios incómodos apenas duran segundos— la palabra no solo es protagonista, sino también refugio. Un modo colectivo de conectar, compartir y no dejar espacios vacíos.
Fuente: TN
Foto: A24