Un estudio innovador revela restos de placas tectónicas en ubicaciones inesperadas, cuestionando las suposiciones tradicionales sobre la dinámica del manto inferior.
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En el mundo de la geología, el manto terrestre sigue siendo un misterio fascinante. Este estrato profundo e inaccesible está en el centro de un reciente hallazgo que podría redefinir nuestra comprensión de las placas tectónicas y los procesos internos de la Tierra. Investigadores de la Universidad de Tecnología de California y ETH Zurich identificaron anomalías tectónicas en regiones alejadas de las zonas de subducción, desafiando las teorías geológicas tradicionales.
El estudio, publicado en Scientific Reports, empleó el método de inversión de forma completa (FWI, por sus siglas en inglés) y el supercomputador Piz Daint en Suiza. Este enfoque permitió detectar anomalías de velocidad positiva, es decir, áreas donde las ondas sísmicas viajan más rápido de lo esperado, en lugares como el Pacífico occidental y áreas continentales interiores. Estas anomalías indican la presencia de restos de placas tectónicas en regiones sin registros previos de subducción, una observación que dejó perplejos a los investigadores.
Andreas Fichtner, autor principal del estudio, expresó su sorpresa al comparar el descubrimiento con hallar un vaso sanguíneo en un lugar insólito. “Es como si descubrieras una arteria donde no debería estar. Eso es exactamente lo que sentimos con estos resultados”, afirmó.
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El equipo propuso diversas teorías para explicar estas anomalías. Una posibilidad es que se trate de materiales ricos en sílice formados hace unos 4 mil millones de años, que habrían resistido los movimientos convectivos del manto. Otra hipótesis apunta a la acumulación de rocas enriquecidas en hierro, transportadas por convección durante miles de millones de años.
Los investigadores también cuestionaron la correlación tradicional entre anomalías de velocidad positiva y zonas de subducción, señalando que solo entre el 60% y el 70% de estas estructuras están alineadas con dichas zonas. Esto sugiere que podrían tener orígenes alternativos, como inestabilidades litosféricas o procesos químicos no relacionados con la subducción.
La inversión de forma completa (FWI) ha demostrado ser una herramienta crucial en esta investigación, superando las limitaciones de la tomografía sísmica tradicional. Este método permite analizar seismogramas completos y detectar detalles previamente invisibles en el manto medio y bajo. Sin embargo, los modelos actuales aún no pueden identificar con precisión las propiedades materiales responsables de las anomalías, lo que plantea nuevos desafíos para el desarrollo de herramientas más avanzadas.
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Estos hallazgos no solo reconfiguran nuestra comprensión del manto terrestre, sino que también abren nuevas preguntas sobre la dinámica geológica y la composición de las capas profundas del planeta. Según Fichtner, estos descubrimientos obligan a la comunidad científica a replantearse lo que se da por sentado sobre la Tierra.
Con avances tecnológicos y enfoques innovadores, la exploración del manto inferior entra en una nueva era. A medida que se perfeccionen los modelos y herramientas, es probable que emerjan nuevos conocimientos sobre la evolución geológica de nuestro planeta y los procesos que moldean su interior.
Fuente: Infobae
Foto: Infobae (Captura de pantalla)