Las autoridades surcoreanas lograron este miércoles la detención del expresidente Yoon Suk-yeol, tras superar la resistencia de su servicio de seguridad en un operativo que involucró a más de 3.000 efectivos.
Después de varios intentos fallidos, un convoy de la Oficina de Investigación de la Corrupción (OIC) y la Policía accedió a la residencia presidencial a las 8:00 hora local, arrestando al mandatario destituido y a Kim Sung-hoo, jefe de seguridad, por obstaculizar la operación.
Yoon Suk-yeol enfrenta cargos de insurrección tras declarar la ley marcial en diciembre, medida que le costó su destitución por la Asamblea Nacional. Las autoridades también investigan al exmandatario por posibles delitos de corrupción y abuso de poder.
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El operativo comenzó a las 5:20 hora local, enfrentando barricadas humanas y vehículos dispuestos por el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS). A pesar de la oposición de 6.500 seguidores y parlamentarios del Partido del Poder Popular (PPP), la Policía advirtió que bloquear la orden de arresto podría acarrear detenciones por obstrucción legal.
Desde su destitución el 14 de diciembre, Yoon permanecía oculto en su residencia. Su arresto se produce tras un primer intento fallido el 3 de enero, que derivó en tensos enfrentamientos entre la Policía y su equipo de seguridad.
El arresto marca un momento histórico en la política surcoreana, con la participación masiva de fuerzas policiales y la implicación de miles de seguidores en un clima de creciente polarización social.
Fuente: DW.
Imagen: AFP/Getty Images.