Más que una festividad, el Día de Muertos honra a los difuntos de una manera única en el mundo, combinando tradiciones indígenas con el simbolismo del catolicismo.
MIRÁ TAMBIÉN | Descifran una señal ‘alienígena’ enviada desde Marte
Para los países occidentales, Halloween simboliza lo macabro y el terror. Pero el Día de Muertos en Latinoamérica, celebrado el 1 y 2 de noviembre, ofrece una perspectiva diferente. Esta festividad, de raíces indígenas y mezcla de rituales católicos, celebra la memoria de quienes ya no están. Con altares coloridos, comida y flores, la tradición mexicana honra la vida y desafía el miedo a la muerte.
A lo largo de los años, Halloween y el Día de Muertos se han confundido en sus representaciones simbólicas; sin embargo, el Día de Muertos rompió con esta relación en 2008, cuando fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. En lugar de ver la muerte como algo espeluznante, esta festividad la personifica con calaveras alegres y figuras como las calacas, que visten sus mejores galas para recordar que la muerte es también parte de la vida.
MIRÁ TAMBIÉN | Kevin Magnussen se pierde el GP de Brasil por problemas de salud
La festividad ha ganado popularidad en Estados Unidos en las últimas décadas, según Félix Contreras, presentador del podcast Alt Latino. Contreras afirma que, en los años 80, comenzó a celebrar el Día de Muertos con altares como una manera de conectar con sus raíces y enseñar a sus hijos que la muerte es parte de la vida. Contreras espera que la tradición continúe en su familia para brindar consuelo en momentos de pérdida.
Fotógrafos como Karla Gachet e Iván Kashinsky, que han documentado el Día de Muertos, destacan el simbolismo familiar que transmite esta celebración. La convivencia en torno a los altares, adornados con flores, fotos y ofrendas, les mostró una manera conmovedora de recordar a los seres queridos.
Fuente y foto: National Geographic