La eliminación del cepo cambiario en Argentina abrió un nuevo capítulo económico y uno de los sectores más sensibles al valor del dólar no tardó en reaccionar: el mercado automotor. En medio de un escenario de especulación, varias terminales automotrices suspendieron sus ventas o aplicaron aumentos preventivos a la espera de mayor estabilidad.
Volkswagen fue una de las primeras en poner el freno. Desde su planta en Pacheco, decidió detener la comercialización de autos 0km para analizar el impacto del nuevo tipo de cambio oficial. Esta medida también fue adoptada por otras automotrices alemanas como BMW y Mercedes-Benz, ante el temor de que ciertos modelos comiencen a tributar impuestos internos por el nuevo precio del dólar.
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La cautela se extendió rápidamente por el sector. Las concesionarias, sin precios de referencia claros, enfrentan dificultades para cotizar unidades y entregar vehículos ya comprometidos. El desconcierto reina mientras se reacomodan los márgenes y se definen los valores finales de venta al público.
En tanto, General Motors, que había detenido su producción en Santa Fe debido a una caída en las exportaciones a Brasil, retomó la actividad. A diferencia de otras marcas, mantuvo la facturación, aunque inició negociaciones con sus concesionarios para actualizar los precios de las unidades ya comprometidas.
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Con este panorama incierto, tanto compradores como vendedores aguardan definiciones. La apertura del mercado de divisas, lejos de traer alivio inmediato, generó un shock en un rubro que ya venía golpeado por la falta de previsibilidad y las restricciones a las importaciones.
Fuente: Noticias Argentinas.