El día anterior se resolverá electoralmente quien será el nuevo ´presidente de la ANFP y lo único que resta es que el gobierno nacional revalide esa programación, ya que también está resuelto que los encuentros se disputen sin público.
Esta era la principal preocupación de los 33 equipos que conforman los campeonatos de la Primera División y la Primera B. A raíz de la pandemia de coronavirus los torneos nacionales se suspendieron a mediados de marzo.
Para ponerse a punto futbolísticamente, los jugadores tendrán, al menos, cuatro semanas para entrenar. Lo harán en grupos reducidos y con todas las medidas que señala el protocolo elaborado por la gerencia de ligas de la ANFP en conjunto con los clubes.
En tanto que si algunos clubes están impedidos de volver a entrenar porque están situados en zonas de cuarentena, tendrán que realizar sus pretemporadas en otras regiones donde sí puedan hacerlo. Esas primeras prácticas se desarrollarán en grupos reducidos.
Los presidentes igualmente acordaron como «lógica» la salvedad de que la fecha establecida para retomar la actividad el 31 de julio puede sufrir modificaciones si la emergencia sanitaria así lo impone.
La ministra del Deporte de Chile, Cecilia Pérez, se mostró respetuosa con el acuerdo alcanzado por los clubes y en declaraciones que reprodujo el diario La Tercera retificó que mantuvo «reuniones con Fernando Yáñez, directivo de la ANFP, y ese trabajo parece serio y adecuado a las normas generales de salud. Si el comportamiento de la pandemia lo permite a nivel nacional, no veo problemas para que retorne la competencia del fútbol profesional», indicó la funcionaria.
