El papa Francisco realizó una emotiva visita sorpresa a la Basílica de San Pedro este jueves, donde fue recibido por un centenar de fieles. El pontífice, de 88 años, llegó en silla de ruedas y con cánulas nasales para el oxígeno.
La aparición no estaba en agenda y se produjo un día después de su reunión privada con el rey Carlos III y la reina Camila. El gesto refleja una leve mejoría en su estado de salud, tras cinco semanas de hospitalización por una doble neumonía.
Francisco recorrió la basílica para observar los avances en los trabajos de restauración. Saludó con afecto a los empleados, incluyendo a dos jóvenes restauradoras, a quienes agradeció personalmente su labor.
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Monseñor Valerio Di Palma, presente durante la visita, expresó su emoción por el momento. «Mi visión se nubló por las lágrimas y ni siquiera pude tomar una foto», confesó a los medios vaticanos.
El papa también se dirigió a la tumba de Pío X para rezar en silencio antes de regresar a su residencia en Santa Marta. La breve salida fue interpretada como un mensaje de cercanía y recuperación.
El Vaticano difundió una imagen del encuentro con los monarcas británicos, donde Francisco expresó buenos deseos por su aniversario de bodas y la salud de Carlos III, quien atraviesa un tratamiento contra el cáncer.
Fuente: DW.
Imagen: Luiz Gil/Handout via REUTERS.