El precio del petróleo subió hoy en Nueva York como consecuencia de la caída de los inventarios en Estados Unidos, lo que determinó una mayor tensión sobre las proyecciones inflacionarias en momentos de alta demanda de crudo.
El barril de la variedad WTI subió 2% y cerró en 72 dólares por unidad, mientras que el tipo Brent avanzó 2,1% y se terminó pactando en 76 dólares, según cifras suministradas por el NYMEX.
La demanda general de combustible en Estados Unidos se recuperó a niveles anteriores a la pandemia y el suministro durante las últimas cuatro semanas llegó a casi 21 millones de barriles diarios, muy cerca de los máximos registrados en 2019.
Los inventarios de crudo cayeron la semana pasada en 3,5 millones de barriles a 414 millones de barriles, el nivel más bajo de los últimos tres años, según informó la Administración de Información de Energía.
Los analistas atribuyen que el actual ciclo alcista está impulsado porque algunos miembros del cartel de la OPEP+ tienen dificultades para aumentar su producción y ajustarse a la fuerte demanda energética.
Sin embargo, el mercado sigue dominado por la volatilidad y existen factores que pueden revertir la escalada de precios.
Por un lado, fuentes diplomáticas confirmaron hoy que hay «nuevos gestos de buena de voluntad» de llegar a un acuerdo nuclear entre la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) e Irán y que de alcanzarse un entendimiento, Teherán volvería a inyectar en el mercado unos 2 millones de barriles de crudo diariamente, lo que deprimiría los precios.
Al mismo tiempo, los precios dependen de la mayor o menor intensidad del invierno en el hemisferio boreal, lo que podría introducir mayores elementos de incertidumbre, a lo que hay que sumar el menor ritmo de crecimiento de China, el principal importador de crudo en el mundo.