Más de 650.000 evacuados y olas de 14 metros marcan la llegada de Man-yi, un fenómeno «potencialmente catastrófico» que azota al país.
El supertifón Man-yi tocó tierra en Filipinas este sábado, con vientos de hasta 195 km/h y ráfagas que alcanzan los 240 km/h, según el servicio meteorológico nacional. Es la sexta gran tormenta en solo un mes, lo que ha llevado a las autoridades a advertir de consecuencias «potencialmente catastróficas».
La isla de Catanduanes fue la primera en recibir el impacto, con marejadas de hasta 14 metros que amenazan con inundaciones masivas. Más de 650.000 personas han sido evacuadas, muchas buscando refugio en centros habilitados que ya se encuentran abarrotados.
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En Albay, Myrna Perea, junto a su familia, abandonó su hogar construido con materiales ligeros para refugiarse en una escuela. “Aunque nuestra casa se destruya, lo importante es que no perdamos a un familiar”, expresó.
Los científicos alertan que el cambio climático intensifica la frecuencia y magnitud de estos eventos, generando lluvias más fuertes y vientos devastadores. Cada año, Filipinas enfrenta alrededor de 20 tormentas importantes, pero es inusual que tantas ocurran en tan corto tiempo.
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Las autoridades locales han impuesto toques de queda y evacuaciones forzosas en zonas costeras. En Catanduanes, más de 400 personas fueron trasladadas a edificios gubernamentales ante el riesgo de marejadas y deslizamientos de tierra.
La llegada de Man-yi marca un final inusual para la temporada de tifones, ya que fenómenos similares no se habían registrado en noviembre desde 1951, según la Agencia Meteorológica de Japón.
Fuente: France 24.
Foto: El Deber.