La violencia entre chiitas y sunitas en el distrito de Kurram, tras una emboscada mortal, genera decenas de víctimas y graves daños materiales.
Al menos 35 personas murieron y otras 50 resultaron heridas en enfrentamientos sectarios entre chiitas y sunitas en el distrito tribal de Kurram, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, Pakistán. Según fuentes policiales, los ataques, que comenzaron el viernes por la noche, derivaron en la quema de más de mil viviendas y 315 tiendas, en su mayoría pertenecientes a la comunidad sunita.
La violencia es una represalia por una emboscada ocurrida días antes en la carretera Thall-Sada-Parachinar, donde un grupo armado no identificado atacó un convoy escoltado, dejando 42 muertos, entre ellos mujeres y niños chiitas.
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«Chiitas armados incendiaron casas y negocios sunitas en Bagan y Bacha Kot», declaró Mujahid Ullah, oficial de policía en Kurram. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran mercados y edificios devastados, aunque las autoridades no han verificado su autenticidad.
El conflicto continúa con ataques entre ambos bandos utilizando armas automáticas y pesadas. Mientras tanto, las instituciones educativas permanecen cerradas, y los servicios de Internet y telefonía móvil han sido suspendidos en el distrito.
Funcionarios del gobierno y líderes locales intentan negociar la paz en medio de una escalada de tensiones. Sin embargo, la violencia sectaria sigue dificultando la estabilidad en esta región históricamente conflictiva de Pakistán.
Fuente: DW.
Foto: Reuters.