Antín, de 60 años, estuvo de vacaciones en Brasil y mientras cumplía los 14 días de aislamiento obligatorio en un hotel de Buenos Aires, junto a otras personas con las que había viajado a Río de Janeiro, consultó a un médico por la falta de olfato.
«Yo había escuchado que podía ser un síntoma, el médico del Hospital Posadas se portó una barbaridad, me llevaron, a las 8 de la noche me hicieron el hisopado y a las 9 de la mañana del otro día me dijeron que era positivo», reveló.
«Me trasladaron al Hospital de Alta Complejidad de Cañuelas, donde tratan solamente a los pacientes de Covid-19. Pasaron 20 días hasta que me hicieron los dos análisis y me dieron negativo», explicó.
«Jamás estuve problemas, me pusieron en un lugar con otros bomberos que se habían infectado en un cuartel de Cañuelas, aislados», relató.
«Me cuido mucho y no tengo ninguna una enfermedad pre existente. Por ser empleado municipal, tengo Seros, aunque nunca se hizo cargo de mí», cuestionó.
«Quiero agradecer al Gobierno de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, la verdad que el trabajo de los médicos y enfermeros es tremendo, los vi como trabajaban y como me trataron, es un orgullo la salud pública que tenemos», valoró Antín.
«Después de los 21 días me llevaron otra vez al hotel y me trasladaron a Madryn, donde cumplí con el aislamiento, pero ya venía con los resultados negativos, ya estaba curado», remarcó.
«Me llamaron del Posadas para donar sangre, pero me comprometí a hacerlo a acá en Madryn si lo alguien lo necesitara», dijo sobre la posibilidad de utilizar su plasma de paciente inmunizado.
Respecto del origen del contacto, aseveró que «Brasil encaró todo muy distinto a la Argentina, allá no existe la cuarentena obligatoria; yo iba a comer a restaurantes, andaba en subte, iba a lugares públicos, me movía en la playa, iba a los bares. Yo usaba mi barbijo, pero entraba a los supermercados y estaban llenos, no se respeta el distanciamiento social, es un gran error, así tienen una gran cantidad de infectados».
«Igual mi sensación era normal, corría por la playa, miraba los medios, miraba lo que pasaba, pero al no sentirme enfermo, yo estaba de vacaciones. Lo que pasa es que Brasil empezó a cerrar las fronteras y los aeropuertos y no había manera de volverse, como todavía le pasa a muchos argentinos», justificó.
«Nos conocimos con un grupo y decidimos volvernos en una traffic hasta la frontera, hicimos todo por tierra, sufrimos mil peripecias, no teníamos auxilio, parecía una película de terror, hasta que llegamos a Uruguayana. Pero cuando quisimos cruzar el Río Uruguay a Paso de los Libres (Corrientes) nos dijeron que la frontera estaba cerrada, hasta nos costó entrar a nuestro propio país. Pero la verdad, orgulloso de cómo nuestros gobernantes manejaron el control del coronavirus y por la salud pública», reconoció.
«Dentro de la incertidumbre, hay que ser positivos, la vida sigue, pero sobre todo hay que cuidarse», enfatizó después de haber terminado un entrenamiento pedestre de nueve kilómetros desde Playa Paraná.