Zhong Yang, exgobernadora de la prefectura china de Qiannan, fue condenada a 13 años de prisión tras ser hallada culpable de aceptar sobornos por un valor de 60 millones de yuanes (aproximadamente 8,5 millones de dólares) y de tener relaciones sexuales con 58 subordinados, según medios locales. Muchos de estos empleados, temerosos de perder sus trabajos, accedieron a sus demandas sexuales.
El caso salió a la luz en 2023 y ha causado gran revuelo en China. La investigación reveló cómo Zhong Yang utilizó su posición para recibir sobornos y facilitar contratos a empresas cercanas. Además, se aprovechaba de su poder para organizar encuentros con sus amantes, disfrazando estas reuniones como «viajes de trabajo». El escándalo fue documentado por la Radio y Televisión de Guizhou, donde Zhong expresó su arrepentimiento, afirmando estar «avergonzada de sus actos».
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«Mi corrupción surgió de la creencia errónea de que necesitaba cultivar algunos empresarios de confianza para manejar cuestiones políticas», declaró Zhong en el documental.
El gobierno chino inició una investigación en abril de 2023, y además de la sentencia de prisión, Zhong fue expulsada del Partido Comunista y destituida de todos sus cargos públicos, uno de los castigos más severos para un funcionario en China.
Este caso es parte de una campaña anticorrupción impulsada por el presidente Xi Jinping, que ha prometido combatir tanto a los «tigres» (funcionarios de alto rango) como a las «moscas y hormigas» (cuadros de menor rango) desde que llegó al poder hace una década.
Fuente: TN.
Foto: El Mundo.