El gobierno venezolano liberó a 103 detenidos en el marco de las protestas post-electorales de julio, aunque organizaciones de derechos humanos alertan sobre la falta de libertad plena para los excarcelados.
El jueves, las autoridades venezolanas anunciaron la excarcelación de 103 personas detenidas tras las protestas que se desataron luego de las elecciones presidenciales de julio de este año. Esta medida forma parte de un proceso iniciado por el presidente Nicolás Maduro, quien solicitó revisar las causas vinculadas a los hechos de violencia ocurridos en el contexto de las manifestaciones. Según el gobierno, la decisión responde a la necesidad de revisar las causas y garantizar un debido proceso a los detenidos.
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Las protestas, que se produjeron tras los comicios del 28 de julio, fueron desatadas por la controversia sobre los resultados de las elecciones. Mientras las autoridades electorales proclamaron a Nicolás Maduro como ganador, la oposición, encabezada por el ex diplomático Edmundo González, sostiene que el verdadero vencedor fue este último. En medio de las manifestaciones, que fueron ampliamente repudiadas por el gobierno, más de 2.000 personas fueron arrestadas en todo el país, de acuerdo con Maduro.
El gobierno venezolano justificó las excarcelaciones como una acción para cumplir con la solicitud presidencial de revisar todos los casos relacionados con los disturbios y los delitos perpetrados durante las protestas. Sin embargo, las organizaciones defensoras de derechos humanos, como Foro Penal, han señalado que la liberación de estas personas no implica una libertad total, ya que la mayoría de los excarcelados deben compararse ante los tribunales cada 30 días.
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Desde la perspectiva del fiscal general Tarek Saab, las protestas dejaron un saldo trágico: al menos 28 muertos, casi 200 personas heridas y 500 bienes públicos y privados destruidos. A pesar de este equilibrio, las ONG denuncian que las detenciones se llevaron a cabo de manera arbitraria, incluyendo casos de personas detenidas sin pruebas claras de participación en las manifestaciones.
Aunque Maduro expresó su preocupación por los posibles errores en las detenciones, lo que genera controversia es el tratamiento que algunos detenidos recibieron mientras estaban en prisión. Activistas y familiares de los afectados denuncian torturas y abusos durante su tiempo tras las rejas, lo que ha avivado las críticas tanto dentro como fuera de Venezuela, especialmente desde sectores de la oposición.
Fuente: REUTERS