Un innovador dispositivo desarrollado en Japón permite a pianistas superar límites de destreza mediante movimientos pasivos guiados, transformando la práctica musical y expandiendo las fronteras del aprendizaje motor.
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La música y la tecnología se fusionan en un avance que promete revolucionar el entrenamiento pianístico. Investigadores liderados por Shinichi Furuya, en los laboratorios Sony Computer Science de Tokio, han desarrollado un exoesqueleto robótico de mano diseñado para ayudar a los pianistas a perfeccionar habilidades que serían inalcanzables con métodos tradicionales. Este dispositivo utiliza movimientos pasivos guiados para enseñar patrones motores complejos, combinando aprendizaje háptico y precisión tecnológica.
El exoesqueleto, equipado con motores independientes para cada dedo, permite realizar movimientos rápidos y coordinados, simulando la guía de un maestro sobre las manos del alumno. En un estudio con 118 pianistas expertos, aquellos que entrenaron con este dispositivo mejoraron significativamente la velocidad y coordinación de ambas manos, incluso después de alcanzar una meseta de progreso mediante práctica convencional.
Furuya destacó que los cambios neurológicos observados en las cortezas sensoriales de los músicos demuestran el impacto del exoesqueleto no solo en el movimiento físico, sino también en la plasticidad cerebral. Este hallazgo sugiere que el dispositivo podría tener aplicaciones más allá de la música, desde deportes hasta habilidades quirúrgicas.
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Nathan Lepora, de la Universidad de Bristol, resaltó la singularidad del enfoque, afirmando que es la primera vez que un exoesqueleto se utiliza para ampliar las capacidades humanas de destreza. Este avance desafía las concepciones tradicionales del aprendizaje, abriendo nuevas posibilidades para superar las limitaciones naturales del cuerpo humano.
El exoesqueleto robótico de mano representa una herramienta revolucionaria para potenciar el aprendizaje y expandir los límites de lo posible, no solo en la música, sino en diversos campos que requieren precisión y coordinación extrema.
Fuente: Infobae
Foto: Archivo