Este martes a última hora se conoció que la vecina de Tecka, Celinda Espinoza, había fallecido en la jornada, a los 78 años de vida.
Se trata de la madre del soldado Ricardo Austin, egresado de la Escuela 17 de Tecka, integrante del Regimiento de Infantería Mecanizada 25 y caído en Malvinas el 28 de mayo de 1982 durante el combate, en el cerro Darwin y Pradera del Ganso.
La vecina fue adoptada como madre por los soldados que regresaron de las islas y cada 2 de abril participaba de los actos y conmemoraciones por la gesta, al igual que hacía lo posible por llegar a Sarmiento los 28 de mayo, para participar de los actos y recordar a su hijo Ricardo.
El héroe Ricardo Andrés Austin nació en Tecka y falleció a los 18 años combatiendo contra las tropas inglesas. Su tumba, la Nº 10 del cementerio de Darwin, permaneció sin ser identificada durante 35 años.

“Falleció en el combate de Darwin el 28 de mayo, yo en Tecka me enteré a mediados de julio por una carta que me enviaron desde el Regimiento de Sarmiento. Había terminado la guerra y yo no sabía si mi hijo estaba o no. La verdad no te la decían”, recordó Celinda en una de las tantas entrevistas que brindó.
Celinda vivió 3 décadas y media con la incertidumbre que cientos de madres argentinas de no saber en qué lugar descansaban los restos de su hijo y si bien realizó 3 viajes a las islas y visitó el cementerio de Darwin, no pudo identificar su tumba.

La situación cambió en 2018 cuando la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas logró identificar los restos de Austin, mediante cotejo de muestras de ADN. Para ello, Celinda viajó a Buenos Aires para brindar sus muestras al equipo de forenses especializados en cotejar datos genéticos que coordinó la Cruz Roja Internacional, bajo la supervisión de los gobiernos de Argentina y el Reino Unido.

Los resultados fueron positivos y la decisión de Celinda fue que los restos de su hijo descansaran en el cementerio de Darwin, trasladando al continente solo la placa que durante 35 años rezó en su tumba “Soldado Argentino solo conocido por Dios”.
Así, en 2019 se llevó adelante la ceremonia de entronización de dicha placa en Tecka, en un monumento ubicado a la vera de la Ruta Nacional Nº 40.

“Yo les dije que no, que lo dejen tranquilito donde está, descansando en paz; porque en las cartas que él me escribía primero, en esas pocas cartas, me decía que estaba orgulloso de estar defendiendo la Patria”, expresó Celinda.
En uno de los últimos contactos con los medios, el pasado 2 de abril de 2022, la vecina lamentó que “no tuve la posibilidad de despedirme, porque él pensaba que se iba unos meses y volvía a la casa”, pero reconoció que “saber dónde está mi hijo me dio tranquilidad, porque antes recorríamos el cementerio y salíamos como si nada”.

“Antes tenía un placa que decía Soldado solo reconocido por Dios, pero ahora tiene una placa con su nombre”, transmitió.

Desde el centro de vetarnos de Malvinas de Puerto Madryn lamentaron el fallecimiento de Celinda y expresaron que “ha dejado una huella imborrable en quienes tuvieron el placer de conocerla, con esa humildad que la caracterizaba, con la tranquilidad de haber cumplido, ahora descansa en Paz. Q.E.P.D Celinda Espinoza, Madre de Malvinas”.