La Asamblea Nacional vota una moción que podría destituir al primer ministro Michel Barnier, dejando a Macron en un dilema político.
Este miércoles, la Asamblea Nacional de Francia vota una moción de censura que amenaza con derribar al gobierno del primer ministro Michel Barnier. La medida, impulsada por la coalición de izquierdas y respaldada por la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen, busca responder al rechazo de los Presupuestos Generales de 2025.
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El hemiciclo francés, dividido en tres grandes bloques —izquierda, centristas macronistas y ultraderecha—, enfrenta una de sus mayores fragmentaciones en décadas. Esta falta de mayorías claras ha dificultado la gobernabilidad, llevando al actual gabinete a un callejón sin salida.
En caso de prosperar la moción, el presidente Emmanuel Macron deberá designar un nuevo gobierno, ya que la Constitución francesa impide convocar elecciones legislativas antes de mediados de 2025. Entre los posibles sucesores de Barnier, se mencionan al ministro de Defensa Sébastian Lecornu y al centrista François Bayrou. Sin embargo, Macron, desde Arabia Saudí, confía en que la moción no prospere y rechaza los llamados a su dimisión.
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Los impulsores de la moción, liderados por La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, critican duramente al presidente, acusándolo de ser el responsable de la inestabilidad política. Desde la tribuna, legisladores como Éric Coquerel han señalado la falta de legitimidad del actual gabinete y denunciado su alineación con valores de la extrema derecha para evitar su caída.
Por su parte, Marine Le Pen sostiene que la moción cuenta con el apoyo mayoritario del pueblo y busca “acabar con un gobierno de apariencias”. Este tenso escenario político refleja el descontento social y la dificultad de construir consensos en una Asamblea profundamente dividida.
Fuente: EFE
Foto: EL PAÍS