El Gobierno argentino avanza hacia más ajuste económico, focalizando inicialmente en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, donde se espera la baja de 138 contratos, siendo 90 de ellos no renovados a fines de marzo y 48 directamente discontinuados.
Desde el Ejecutivo, se argumenta que el INCAA es considerado un organismo sobredimensionado, y para optimizar sus recursos, se han implementado medidas como la eliminación de flotas de celulares, restricción de viajes en avión, viáticos y otros gastos evitables.
El presupuesto del INCAA para el año 2023 alcanza los $10.778.658.800, con gastos fijos de $10.483.012.993. Cuenta con 645 empleados, de los cuales 500 son de planta permanente y 145 temporarios, distribuidos entre 15 directivos, 90 técnicos y 395 administrativos. Su financiamiento proviene del Fondo de Fomento Cinematográfico, compuesto por impuestos a la cultura y otros ingresos específicos.
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Además del INCAA, el Gobierno contempla recortes en otras áreas, como la agencia de noticias Télam y Aerolíneas Argentinas, esta última dentro de las empresas que el oficialismo busca privatizar. Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA) ya ha experimentado la desafectación de 200 empleados, mientras que en la Agencia General de Puertos (AGE) se han producido 150 despidos y 50 retiros voluntarios, reduciendo su plantilla en un 30%.
El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y Trenes Argentinos también han sido afectados, con 40 despidos en Enacom y la posibilidad de desvincular a 30 personas en la Secretaría de Comunicación.
En la Casa Rosada, justifican estas medidas alegando que muchas de las desafectaciones corresponden a contratos ampliados por tres meses al final del año pasado y que vencerán al concluir marzo. El proceso de ajuste se presenta como parte de una estrategia gubernamental para equilibrar las finanzas y mejorar la eficiencia en diversas áreas del Estado.
FUENTE: TN