Pedro De La Vega y Brian Aguirre, en el primer tiempo, y Nicolás Orsini, al final del segundo, marcaron para Lanús; convirtiendo Dani Alves en el período inicial y en el complemento Pablo, Nicolás Thaller en contra de su valla y Gabriel Sara para San Pablo.
En un encuentro jugado con tremenda intensidad y un desarrollo muy emotivo, sobre el final el equipo argentino encontró el último gol que le facilitó la clasificación.
Desde el comienzo Lanús optó por buscar el gol para asegurarse el pase a los octavos de final de la Copa Sudamericana, tratando de ahogar en la salida a San Pablo y con la movilidad de Pedro De La Vega intentando desequilibrar a la defensa local.
De ese modo, en los pasajes iniciales generó situaciones inquietantes para la valla paulista con el accionar punzante del juvenil ‘Pepo’ por el extremo derecho, en combinaciones con José Sand.
Por eso, cuando el conjunto local no terminaba de acomodarse en el campo, el desequilibrante pibe de Olavarria, apareciendo por la franja central, sacó un potente derechazo desde fuera del área que dobló la mano izquierda de Tiago Volpi, que pese al esfuerzo no pudo impedir la apertura visitante.
San Pablo intentó mejorar, aunque con pocas luces y esporádicas llegadas que no contaban con la pericia necesaria para comprometer al arquero Lautaro Morales.
Sin embargo, una entrada sorpresiva del multicampeón exBarcelona, Dani Alves, tras un tiro de esquina, se conectó con el balón a través de un fulminante cabezazo para encontrar la igualdad.
El equipo argentino, que mantuvo su intensa línea de juego, a punto estuvo de marcar el segundo cuando apareció para cabecear por izquierda Facundo Pérez, que providencialmente cubrió Volpi.
Pero esa segunda conquista la logró en un momento clave del cotejo, a un par de minutos del final del primer tiempo, con las proyecciones de los marcadores laterales. Leonel Di Placido envió un centro aéreo desde la derecha para que por izquierda apareciera el defensor Aguirre para definir.
De esa manera, el lateral zurdo, de 20 años, de reciente debut, tuvo su bautismo de gol en el primer equipo de Luis Zubeldía.
Herido en su amor propio y por la imperiosa necesidad de remontar el resultado, San Pablo encaró el segundo período como una tromba para inquietar la valla visitante en forma constante.
Lo que maduró tuvo su fruto con ese pase magistral entre líneas de Dani Alves para habilitar la carga del ingresado Pablo, definiendo con tiro rasante y cruzado para llegar al empate.
Lanús ya no pudo mantener la intensidad de su juego con el cansancio de algunos valores, como el de los juveniles De La Vega, Alexandro Bernabei y Lucas Vera, que al promediar el complemento fueron reemplazados por los experimentados Nicolás Orsini, Lautaro Acosta (volvía de una lesión) y Facundo Quignón (autor del 3-2 también postrero de la ida), respectivamente.
Lanús sufrió el torbellino y la superioridad de los paulistas y para colmo sobrevino una desafortunada acción del zaguero Nicolás Thaller, que venció su propia valla al intentar despejar un centro, y el cabezazo de Gabriel Sara.
Lo que parecía que iba a sellar el pase de ronda para San Pablo, sus cambios defensivos por mantener la ventaja, lo terminaron perjudicando, porque los de Zubeldía, malheridos, fueron por el gol del milagro, que encontraron en los minutos adicionados con una certera aparición de Orsini.
Así Lanús, con un plantel poblado de juveniles, sacó de la competencia a uno de los equipos con mayor experiencia copera en el mítico estadio paulista Morumbí, y ahora deberá enfrentar a Bolivar, de Bolivia, en los octavos de final de la Copa Sudamericana.