La huelga nacional convocada en Bélgica para este lunes 31 de marzo de 2025 ha generado un fuerte impacto en el país. La medida de fuerza, organizada por las centrales sindicales CSC y FGTB, busca rechazar las reformas del primer ministro Bart de Wever, especialmente aquellas que afectan las pensiones.
Uno de los sectores más golpeados es el transporte, con la cancelación total de vuelos en los aeropuertos de Bruselas y Charleroi. Además, la red ferroviaria opera a media capacidad, y varias provincias han visto interrumpido completamente el servicio de trenes y autobuses.
En Bruselas, el transporte urbano también se encuentra afectado, con una sola línea de metro en funcionamiento y una reducida operación de tranvías y autobuses. La situación es similar en las regiones de Valonia y Flandes, donde numerosos servicios han sido suspendidos.
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El paro también impacta en otros sectores clave, como la administración pública, la educación y el comercio. En la Universidad Libre de Bruselas se han instalado piquetes, y varios hospitales han visto reducida su plantilla por la protesta de su personal.
El puerto de Gante también sufre las consecuencias de la huelga, con once buques imposibilitados de entrar o salir. Mientras tanto, los residuos domésticos no están siendo recolectados en varias ciudades debido a la adhesión del personal de limpieza a la medida de fuerza.
Los sindicatos denuncian que las reformas del Gobierno representan un retroceso social sin precedentes. «La escala de los recortes es inaceptable», afirmó la FGTB. La jornada de protesta de 24 horas continuará con movilizaciones en diferentes puntos del país.
Fuente: DW.
Imagen: Yves Herman/REUTERS.