En un mundo lleno de maravillas naturales, algunos de los seres vivos más impresionantes habitan en lo alto de los cielos: los árboles más altos del planeta. Entre estos colosos, la secuoya roja llamada Hyperion es el rey indiscutido, con una altura de 115,85 metros. Descubierto en 2006 en el Parque Nacional Redwood, en California, este árbol no solo es un espectáculo visual, sino también un recurso vital para el medio ambiente. Su tamaño y longevidad son un testimonio de la importancia de preservar los bosques antiguos, cruciales para la estabilidad del clima global.
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Las secuoyas, como Hyperion, son conocidas por alcanzar alturas asombrosas. Estas especies, que se encuentran principalmente en la costa oeste de Estados Unidos, prosperan en un clima húmedo, ayudadas por la neblina del Pacífico. Las secuoyas rojas, capaces de superar los 100 metros, son las más altas del mundo, mientras que sus primas, las secuoyas gigantes, destacan por su volumen masivo. Con cortezas de hasta 30 centímetros de espesor, estos árboles milenarios están bien protegidos contra incendios y plagas, lo que les permite seguir capturando carbono durante siglos.
Aunque Hyperion se lleva el título del más alto, otros árboles en el Parque Nacional Redwood, como Helios e Ícarus, también alcanzan alturas impresionantes de más de 110 metros. Lo que hace especial a Hyperion es que su ubicación exacta se mantiene en secreto para protegerlo de la intervención humana. El turismo masivo puede ser dañino para su delicado ecosistema, y solo unos pocos científicos y guardabosques conocen su ubicación precisa.
En Sudamérica, el árbol más alto se encuentra en la Reserva Natural del Río Iratapuru, en Brasil. Se trata de un *angelim vermelho* que alcanza los 90 metros de altura y 10 metros de diámetro. Este árbol amazónico juega un papel fundamental en la preservación de uno de los pulmones más importantes del planeta, ya que es un potente capturador de carbono y una pieza clave en la biodiversidad de la región.
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La preservación de estos gigantes naturales es crucial. Los árboles más altos del mundo no solo son un deleite visual, sino que también son esenciales en la lucha contra el cambio climático. La capacidad de capturar carbono de las secuoyas y otros árboles gigantes los convierte en aliados vitales para mantener el equilibrio ecológico en un mundo cada vez más afectado por la deforestación y el cambio climático.
Fuente: Infobae.
Foto: Reddit.