La familia del príncipe Guillermo y Kate Middleton sufrió un intento de intrusión en el Castillo de Windsor, lo que ha llevado a un reforzamiento de la seguridad.
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Un incidente alarmante sacudió a la Corona británica cuando, en la madrugada, el príncipe Guillermo, su esposa Kate Middleton y sus tres hijos fueron víctimas de un asalto mientras dormían en su residencia habitual, Adelaide Cottage, ubicada en el complejo del Castillo de Windsor. Afortunadamente, el incidente no resultó en daños personales, pero ha dejado una profunda preocupación sobre la seguridad de la familia real y la eficacia de las medidas de protección actuales.
Según reportes de la prensa británica, los asaltantes, enmascarados, lograron burlar las barreras de seguridad al saltar la valla del castillo y forzar una de las puertas de acceso utilizando un camión. Esta puerta es utilizada frecuentemente por los príncipes de Gales para entrar y salir de la finca. La entrada permitió a los intrusos adentrarse en las instalaciones, mientras la familia real descansaba a escasos metros del lugar.
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Los atacantes también robaron una camioneta Isuzu negra y un quad rojo de un edificio cercano en una granja dentro de la finca, y se desplazaron por varias zonas del castillo, incluidas Old Windsor y Datchet. La policía no ha realizado arrestos hasta el momento, aunque una investigación está en curso.
Este incidente ha puesto en duda la efectividad de los sistemas de seguridad en el castillo. A pesar de que las alarmas se activaron, no fue hasta que los intrusos destrozaron la puerta que se dio la alerta, lo que dejó a los agresores moverse libremente dentro del castillo durante un tiempo. Las preocupaciones ahora se centran en la protección de la familia real y en cómo mejorar la seguridad para evitar que un incidente de esta magnitud se repita.
Fuente: Infobae
Foto: El Universal