El sistema legal del Reino Unido da un paso hacia la transformación digital al adoptar la inteligencia artificial (IA) para la redacción de fallos judiciales. A pesar de los desafíos éticos y jurídicos planteados por la entrada de ChatGPT en el sistema legal, esta implementación busca optimizar la eficiencia judicial.
La integración del chatbot ChatGPT plantea desafíos éticos y jurídicos, pero también abre oportunidades para la transformación digital del sistema judicial. La cautela y la comprensión profunda de la IA son fundamentales para garantizar una implementación exitosa y ética.
Según informes de The Daily Telegraph, la Oficina Judicial emitió directrices oficiales para guiar a los jueces en la implementación de ChatGPT. Destaca los beneficios en la destilación eficiente de grandes volúmenes de texto y en la ejecución de tareas administrativas.
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A pesar de los beneficios, la guía oficial advierte sobre posibles riesgos, incluida la generación de casos o textos legales ficticios. Se destaca la propensión de los chatbots, como ChatGPT, a ser una «mala forma de llevar a cabo investigaciones» y el riesgo de pruebas falsificadas mediante tecnología deepfake.
Sir Geoffrey Vos, el Maestro de los Rolls, visualiza la IA como una herramienta para desarrollar un sistema de justicia digital mejor y más eficiente. Sin embargo, destaca la necesidad de comprender a fondo la IA, reconociendo que puede ofrecer respuestas tanto inexactas como precisas.
Sir Geoffrey plantea la posibilidad de cargos de perjurio y sanciones penales por pruebas erróneas presentadas con la ayuda de ChatGPT. Subraya que la IA no cambia la responsabilidad legal por obtener información falsa de un chatbot.
FUENTE: LaRed21.