La retirada de cientos de cabezas de ganado de la Reserva Extractiva Chico Mendes en la Amazonía brasileña ha abierto una profunda grieta en comunidades que vivieron de la recolección de caucho y nueces pero que, en las últimas dos décadas, optaron gradualmente por la ganadería como fuente de ingreso.
La última intervención comenzó la semana pasada bajo el argumento de que el ganado estaba en territorio destinado a conservación. Agentes federales, policiales y militares sacaron 400 animales de dos familias que habían incumplido las órdenes de desalojo. La acción tiene lugar en el marco de una ola de deforestación sin precedentes en la Amazonía.
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Sin embargo, muchos locales están en contra de lo que creen es una aplicación indiscriminada de la ley. Un grupo de ellos bloqueó el ingreso a Xapuri para evitar el paso de los animales, en un acto de protesta que revela tanto el debilitado modelo extractivista como el auge de la ganadería en el lugar.
Aunque el ICMBio justifica el procedimiento para frenar daños ambientales, voces de comunidades como Nova Esperança creen que la situación es más compleja. “Ya no viven de recolectar caucho, están trabajando en agricultura familiar junto con algo de ganadería”, afirmó Cleisson Monteiro, presidente de la Asociación de Residentes de Chico Mendes en Xapuri.
Fuente: AP.
Foto:Eraldo Peres – AP