Con su voz campechana y amable, la comisaria Laura Mirantes habló con Radio 3. Parece haber digerido el trago amargo de haber sido separada de la Comisaría de Rawson por la Jefatura de Policía y por el ministro de Seguridad, Federico Massoni, que aún hoy sigue objetando una conducta que para la Justicia ordinaria no tiene reproche penal, un caso cerrado.
La comisaria ordenó la liberación de dos vecinos, adultos mayores, que habían sido detenidos cuando venían en camioneta de su propia chacra, en medio de las restricciones de la circulación por la cuarentena, en un hecho que ocurrió el jueves 26 de marzo, seis días después del Aislamiento Obligatorio decretado por el gobierno nacional.
Como no informó de su decisión a la Justicia Federal, la jefatura y el ministro resolvieron al día siguiente (viernes 27) separarla del cargo, a ella y otros tres subordinados; el también comisario inspector Marcelo Piñeiro, segundo jefe, la oficial López y la agente Vallejos, que cumplía la guardia, la primera en recuperar su función. Además del sumario administrativo, iniciaron una causa judicial, rápidamente extinta.
Pasaron casi tres meses (exactamente 88 días) para que volviera a su función policial después de haber transitado un breve proceso judicial, para el que tuvo que contratar un abogado (una letrada en realidad, la doctora Laura Pagasartundúa), y la etapa de indagatoria del sumario administrativo.
En este período perdió casi el 50 por ciento de su salario.
Sin embargo, este miércoles se escucharon palabras de agradecimiento: “tengo que destacar la rapidez con la que actuó el instructor de Sumario (el comisario mayor Cecilio Williams), que ha resuelto mi situación y la de la oficial López, que ya estamos de nuevo disponibles para retomar nuestras tareas más allá de que el proceso administrativo continúe”.
Consultada si sintió un destrato por no haber sido repuesta en su cargo de jefa de la seccional capitalina, anheló que “me gustaría volver un día a la Comisaría de Rawson porque hay un excelente grupo de trabajo”.
Reconoció que la designación al frente de la Comisaría Cuarta de Madryn le hubiera ocasionado dificultades personales por el sólo hecho de haber tenido que viajar diariamente más de 160 kilómetros diarios, ida y vuelta.
También, a pesar de volver sin un cargo de autoridad al Área Operaciones de la jefatura, sus sensaciones siguen siendo positivas: “agradecer a toda la comunidad, a los compañeros de trabajo y a la prensa que ha sido muy considerados conmigo”.
El mes pasado ya había retomado sus funciones el comisario inspector Piñeiro, por lo que Mirantes y la oficial López son las últimas en retomar sus tareas con el levantamiento de la disponibilidad.
