Con un ingreso promedio mensual de $458.474, la brecha entre ricos y pobres se amplía, evidenciando desigualdades de género y laboral en el país.
MIRÁ TAMBIÉN | Las universidades públicas podrán comenzar a cobrar a estudiantes extranjeros
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el ingreso promedio de los argentinos alcanzó los $458.474 mensuales en el segundo trimestre de 2024. Sin embargo, detrás de esta cifra se esconde una creciente desigualdad, tanto económica como de género. La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) revela que 6 de cada 10 argentinos y argentinas se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica.
En el país, hay aproximadamente 9,8 millones de asalariados, cuyos ingresos promedio se sitúan en $501.825, es decir, $106.000 más que los no asalariados, que perciben un promedio de $394.287. A pesar de ser un sector menor, los no asalariados constituyen alrededor de un tercio de los trabajadores en relación de dependencia.
Los datos de la EPH reflejan la realidad de la vida y el trabajo en 31 grandes conglomerados urbanos. A medida que el Coeficiente de Gini muestra una expansión de la brecha de ingresos, se observa un aumento significativo en la informalidad laboral y en los ingresos “extra” para las familias en situación desfavorable. En los hogares con menores ingresos, los ingresos no laborales representan el 62,2% del total, que incluye asistencia social, alquileres y ayuda familiar.
MIRÁ TAMBIÉN | Hallan sin vida a un hombre de 70 años en su casa
El informe del INDEC destaca un Coeficiente de Gini de 0,436, un indicador que mide la desigualdad de ingresos en una escala de 0 (igualdad absoluta) a 1 (desigualdad absoluta). Esta cifra refleja una brecha alarmante entre los deciles de ingresos, donde el decil más alto gana más de 16 veces que el más bajo. En la actualidad, cada 100 trabajadores ocupados se corresponden con 122 sin empleo, lo que revela una polarización creciente en el mercado laboral.
La desigualdad no solo se manifiesta en términos de ingresos, sino también en el desempleo. Por cada 100 trabajadores con sueldos por debajo del promedio, hay entre 200 y 250 personas desempleadas, mientras que en el decil superior, la relación es de 31 no ocupados por cada 100 asalariados.
La disparidad de género es otra dimensión preocupante de esta realidad. Las mujeres siguen enfrentando una brecha salarial del 27,4%. Mientras los hombres tienen un ingreso promedio de $532.370, las mujeres perciben apenas $386.928 mensuales, aproximadamente $75.000 menos que el promedio de los asalariados en el país.
Fuente y foto: Diario Uno