La reciente inclusión de la Ley 25.422, conocida como Ley Ovina, en el paquete de leyes denominado “fideicomisos supuestamente truchos” ha generado una profunda preocupación en el sector agropecuario patagónico. La Federación de Industrias Agropecuarias del Sur (FIAS) ha emitido un comunicado en respuesta a su derogación, alertando sobre las graves consecuencias que podría acarrear para la producción ovina en el país.
La Ley Ovina, sancionada en 2001 y promulgada en 2003, ha sido fundamental para el desarrollo y la formalización de la ganadería ovina en la Patagonia. Esta ley impulsó mejoras significativas en genética, infraestructura y sostenibilidad del sector.
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La FIAS advierte que la derogación de la ley representa una amenaza directa a una actividad clave tanto económica como socialmente. Destaca que la eliminación de la ley puede tener efectos devastadores para el sector ovino, que juega un papel crucial en la economía regional.
La organización defiende la eficacia y transparencia del mecanismo de la Ley Ovina, que incluía una coordinación provincial y una Unidad Ejecutora Provincial (UEP) para la evaluación y asignación de fondos.
En el contexto de una crisis climática sin precedentes y una política económica que ha afectado la descapitalización del sector, la derogación de la ley es vista como un golpe durísimo para una región que produce el 72% de la lana del país, mayoritariamente de alta calidad.
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La FIAS señala que los fondos destinados a la Patagonia en el último año han sido insuficientes, con un promedio de 33 mil pesos por productor o 45 pesos por animal, y que la mayoría de los proyectos aprobados eran préstamos en lugar de subsidios.
La FIAS insta a un encuentro con las autoridades nacionales para discutir la reintegración de la Ley Ovina y explorar mecanismos de apoyo sostenibles. La organización expresa su disposición a colaborar con el sector público y privado para fortalecer la producción ovina y revitalizar la industria de la lana en la Patagonia.
Fuente: Diario El Sureño.