«La despedida es un momento en la vida que tiene que seguir dándose, con protocolos y con procedimientos adecuados el acompañamiento humanizado para el paciente y para que no existan riesgos para quien lo esté acompañando y para el personal de salud», aseveró Aguilera en su fundamentación.
«Lo que establece este proyecto es un presupuesto mínimo que el Ministerio de Salud podrá ampliar o disminuir, siempre y cuando cumpla con estas cuatro cuestiones: la primera es que la persona que ingrese a la terapia designe a una persona de su entorno para que, de darse la situación del momento final de vida, pueda acompañarlo», señaló.
«La segunda es que las instituciones públicas y privadas deban contar con una línea de comunicación que le permita al paciente y a sus familiares mantener un contacto virtual», remarcó.
«La tercera el equipamiento de bioseguridad para quien ingresa a acompañar el paciente, que a través de otra resolución deberá firmar una declaración jurada asumiendo el riesgo que ingresar a la zona Covid implica», especificó.
«La posibilidad de transformar el dolor que implica el fallecimiento de una persona y transformarlo en recuerda dependen de las condiciones en las que se da esa situación», fundamentó Aguilera.
«No poder acompañar a un ser querido en el momento de su muerte generan problemas psicológicos y graves consecuencias, porque las personas no sólo mueren para sí, sino también para otros», sostuvo.
«Necesitamos estas herramientas para garantizar el derecho constitucional a la salud integral, que también implica el momento de la muerte. Brindar esta posibilidad de que un paciente no muera solo es lo único que tiene como fin esta herramienta legal que el Ministerio de Salud deberá transformar en los protocolos necesarios para implementarlo en toda la Provincia», sentenció la legisladora radical.