La audiencia, que se realizó este viernes en la Oficina Judicial de Rawson bajo un marcado hermetismo y con una celosa custodia policial, no fue pública por tratarse de la investigación de delitos contra la integridad sexual.
Además de resolver la apertura de investigación, Di Biase imputó a cinco jóvenes. Al menos por ahora, los acusados permanecerán en libertad.
En la audiencia estuvo presente el padre de la víctima. Además, participaron los fiscales Florencia Gómez y Fernando Rivarola, y los abogados defensores de tres de los imputados presentes Fabián Gabalachis. Federico Ruffa y Carlos Del Mármol. El cuarto imputado presente «ejerció su autodefensa».
«He aceptado la nota por el respeto al trabajo que ustedes hacen, pero les adelanto que será muy acotada, porque en este caso particular tiene una motivación especial en una suerte de acuerdo que hemos hecho con el Ministerio Público Fiscal, fundado en que por las edades tanto de la víctima como de algunos de los imputados, se ha convenido en mantener total reserva con las cuestiones relacionadas con esta causa», aclaró el abogado defensor Fabián Gabalachis en diálogo con los medios.
El letrado indicó que «la audiencia de apertura de investigación que se realizó hoy (viernes) significa que el Ministerio Público Fiscal cuenta con la autorización judicial para investigar por el lapso de seis meses a las personas que se encuentran sindicadas con algún grado de responsabilidad en este hecho».
Confirmó además que son cinco los acusados y que cuatro de ellos estuvieron en la audiencia porque el restante se encuentra fuera del país.
«No hubo ninguna solicitud de medidas de coerción por parte del Ministerio Público Fiscal, por lo tanto continuarán en libertad», aclaró Gabalachis, al mismo tiempo que confirmó que los imputados están acusados de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal.
«Tanto la víctima como dos de los imputados eran menores, lo que genera una imposición legal que está prevista en el Código Procesal de que las audiencias deban ser a puertas cerradas y no se pueda brindar el nombre de las personas. Como condimento extra , existe una especie de compromiso entre el Ministerio Público y las defensas de no brindar información», insistió el defensor.
Señaló que «no hubo planteos de oposición, fue una audiencia absolutamente normal, sin ninguna clase de controversia procesal».
Gabalachis reveló que las defensas son todas privadas y que él representa a dos de los cinco imputados.
«Nuestro Código de Procedimiento, en la medida que no se soliciten medidas de coerción, autoriza un relato muy amplio de los hechos. Esto sucedió en el día de la fecha, no han existido precisiones», puntualizó sobre la causa.
«Nosotros tenemos en derecho una frase que utilizamos a diario que habla de una descripción clara, precisa y circunstanciada de los hechos. Pero en estas clases de actos, cuando no se interponen medidas de coerción, no es necesario», reiteró.
Rescató además que la denuncia de la víctima fue la que provocó la apertura de la investigación de parte del Ministerio Público Fiscal.
Según lo que la joven describió en su cuenta de Facebook, que luego se hizo viral al ser replicado por varios organizaciones feministas bajo el título «la manada de Chubut», los hechos ocurrieron en septiembre de 2012 en Playa Unión, cuando todos los involucrados eran menores de edad.
«Fuimos a una fiesta a la casa de RV y a poco tiempo de llegar perdí la conciencia y es ahí cuando una de mis amigas me encontró en una habitación siendo abusada por un grupo de cuatro varones (EQ, LDV, LM, RV) mientras JP era testigo y TM sostenía la puerta evitando que entre alguien o que pueda salir», contó.
La joven -hoy mayor- asegura que cuando reaccionó «estaba en estado de shock y como estaba desnuda» buscaron su ropa, «que estaba desparramada en la habitación oscura y llena de camas donde sucedió la violación».
«En ese momento -prosigue- el dueño de la casa echó a todo el mundo de la fiesta al grito de que no cuentan nada. Al volver a (Puerto) Madryn tuve un intento de suicidio, me encontraron mi mamá y mi papá y les conté lo que pasó, me llevaron al médico e hicieron el protocolo para la atención integral de la víctima de violencia sexual».
Se trata de apellidos muy conocidos de la sociedad chubutense, entre los que se cuentan familiares de un ex gobernador, un ex senador, empresarios e influyentes hombres de negocios.
«A partir de ese momento empezaron sus intentos de acallarme tanto a mi como a mis amistades (…). Tuve que irme con mi mamá a vivir a otra ciudad, como si hubiera sido responsable de la situación», expuso la joven.
