La Unión Europea (UE) presentó hoy un paquete de «herramientas», que incluyen recortes de impuestos y ayudas estatales entre otras, para amortiguar el impacto social del alza en los precios de la energía, disparados a niveles que amenazan la recuperación económica pospandemia.
El conjunto de propuestas lanzado por la Comisión Europea (CE), el Ejecutivo de la UE, a los países del bloque busca enfrentar un cuadro en el que los precios del gas natural se triplicaron y se verifican fuertes aumentos en el carbón y derivados del petróleo.
«El aumento de los precios mundiales de la energía son una gran preocupación para la UE», dijo la Comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson.
Rising global energy prices are a serious concern for the EU.
— European Commission ?? (@EU_Commission) October 13, 2021
Today we present measures to help people and businesses.
They are designed to tackle the immediate needs of bringing down energy costs.
Read more → https://t.co/IdwN6J64rS#EnergyPrices pic.twitter.com/AtIIwlApau
«La preocupación de los consumidores es comprensible y justificada. El invierno se aproxima, y para muchos la factura de energía es la más elevada en una década», agregó Simson.
Después de meses de inestabilidad económica vinculada a la pandemia de coronavirus, la CE busca una respuesta rápida y en bloque para atenuar los efectos de las subidas de precios, especialmente entre personas con bajos ingresos.
En el paquete de ideas que los Gobiernos pueden adoptar se incluyen pagos de emergencia -posiblemente en la forma de bonos para energía- a familias de bajos recursos, además de la posibilidad de posponer el pago de las facturas de electricidad.
Los países del bloque también pueden ayudar a sus respectivas industrias a adaptarse a los altos costos de la energía siempre que ello no implique distorsionar la competencia o alterar el esquema de comercio de carbono en el bloque.
La CE aclaró que se trata de medidas a corto plazo, «temporarias» y «específicas». También sugirió a los Estados reducir impuestos y gravámenes sobre la electricidad.
«Esto puede parecer una carga pesada para los Estados, que apenas se están recuperando de la pandemia», pero pueden aprovechar los ingresos del mercado del carbono», dijo Simson, informó la agencia de noticias AFP.
Las propuestas para el mediano plazo se concentran en inversiones en fuentes de energía renovables y redes paneuropeas, medidas que ya están en curso como parte de las metas del bloque en materia de reducción de emisiones para 2050.
Con relación a una sugerencia lanzada por España de realizar compras conjuntas de gas -como el bloque hizo con las vacunas contra el coronavirus- la CE apenas mencionó que deberían explorarse «los potenciales beneficios» de tal idea.
La Comisión también considerará desarrollar un programa conjunto de adquisiciones para las reservas de gas, una idea propuesta recientemente por España.
El bloque depende en gran medida del gas importado de Rusia. Simson rechazó categóricamente las críticas formuladas fundamentalmente por Hungría, de que el aumento del precio de la energía fue el resultado de costos más altos relacionados con esa transición verde.
“No nos enfrentamos a un aumento del precio de la energía debido a nuestra política climática o porque la energía renovable sea cara. Lo estamos enfrentando porque los precios de los combustibles fósiles están subiendo», dijo.
La CE se encuentra bajo fuerte presión para que actúe ante la crisis que se avecina, a pesar de que los Gobiernos nacionales en el bloque son directamente responsables de sus fuentes de energía y sus impuestos.
La apremiante situación con el aumento de los precios directamente a los consumidores será objeto de una discusión a alto nivel durante una cumbre de líderes europeos prevista para el 21 y 22 de octubre en Bruselas.