Desde el inicio del actual gobierno, Argentina experimentó avances significativos en el comercio exterior, eliminando restricciones a la importación y normalizando los pagos internacionales. Sin embargo, estos esfuerzos no lograron revertir la caída en las importaciones, que cerraron el primer semestre de 2024 un 30% por debajo del mismo período del año anterior.
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El principal factor que afecta las importaciones es la recesión doméstica, que redujo drásticamente el consumo. Además, el Impuesto PAIS, que fue elevado al 17,5%, y las condiciones restrictivas de pago complicaron las operaciones comerciales. Aunque el Banco Central (BCRA) anunció la flexibilización de los pagos de cuatro a dos cuotas iguales, las empresas siguen enfrentando desafíos significativos.
El Gobierno implementó varias medidas para mejorar los tiempos de pago, especialmente para las pymes, que ahora pueden pagar a sus proveedores a los 30 días. Además, se establecieron plazos similares para un conjunto de 3.000 posiciones arancelarias alimenticias para reducir los precios en este sector. Estas acciones buscan normalizar el comercio exterior sin temor a un impacto negativo en las reservas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, prometió reducir el Impuesto PAIS en 10 puntos porcentuales en septiembre, quedando en 7,5%, y eliminarlo por completo a fin de año. Esta medida se espera que aumente las importaciones y potencialmente reduzca los precios de los productos importados.
Las empresas importadoras están a la espera de la reducción del Impuesto PAIS para evitar quedarse con un stock sobrevaluado. Un importador de autopartes comentó: “Estamos importando menos de lo que necesitaríamos para mantener un stock básico, ya que tampoco nos conviene quedarnos con mercadería sobrevaluada”. Asimismo, un importador de artículos de bazar mencionó que muchos recurrieron al dólar financiero para realizar pagos, pero están considerando regresar al Mercado Libre y Único de Cambios (MULC) con las nuevas condiciones.
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A pesar de las medidas tomadas, las proyecciones indican que la actividad económica no se reactivará hasta fines de año. Se espera que las importaciones mensuales se mantengan alrededor de los USD 5.000 millones, aunque podrían aumentar ligeramente si se observa una mejora en la demanda. Los importadores siguen ajustando sus operaciones para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
Fuente: Infobae.
Foto: Ámbito.
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