El tribunal de Seúl levantó la orden de arresto, permitiendo que Yoon enfrente el juicio por rebelión en libertad.
El expresidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue liberado este sábado después de pasar 52 días detenido, tras la cancelación de su orden de arresto por parte de un tribunal de Seúl. La decisión judicial le permite enfrentar el juicio por rebelión sin estar detenido. Al salir de la prisión, Yoon saludó a sus seguidores, levantó los puños y realizó una reverencia mientras los presentes lo vitoreaban y agitaban banderas de Corea del Sur y Estados Unidos. Luego abordó una camioneta con destino a su residencia en Seúl.
En un comunicado emitido por sus abogados, Yoon expresó su gratitud al tribunal por «corregir la ilegalidad» de su arresto, aludiendo a las disputas legales en torno a su detención. También agradeció a sus simpatizantes y pidió que se pusiera fin a las huelgas de hambre llevadas a cabo en protesta por su destitución.
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Crisis política y contexto del juicio
Yoon fue arrestado en enero tras ser acusado por la fiscalía debido a su decreto de ley marcial del 3 de diciembre, el cual generó una crisis política en el país. La Asamblea Nacional, controlada por la oposición, votó para destituirlo, lo que resultó en su suspensión temporal. Actualmente, el Tribunal Constitucional está evaluando si formalizar su destitución o reinstaurarlo. Si se confirma su destitución, se convocarían elecciones nacionales para elegir a su sucesor.
El Tribunal Central del Distrito de Seúl explicó que aceptó la solicitud de liberación de Yoon debido a la necesidad de revisar la legalidad de las investigaciones en su contra. Los abogados de Yoon argumentan que la agencia investigadora que lo detuvo carecía de autoridad para investigar cargos de rebelión.
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Reacciones políticas y división en la sociedad surcoreana
La liberación de Yoon fue bien recibida por sus seguidores, pero generó fuertes reacciones en la oposición. El Partido Democrático, principal fuerza política opositora, criticó duramente la decisión de los fiscales de no apelar el fallo. En un comunicado, calificaron a los fiscales como «secuaces» del expresidente y pidieron al Tribunal Constitucional que destituyera a Yoon para evitar más tensiones políticas y sociales.
La polémica se centra en el decreto de ley marcial firmado por Yoon, que envió tropas y policías a la Asamblea Nacional para impedir una votación parlamentaria sobre el decreto. La medida fue anulada por los legisladores, pero Yoon enfrenta cargos de rebelión, lo que podría conllevar una condena de muerte o cadena perpetua si es hallado culpable.
División política y posibles consecuencias
La polarización entre los sectores conservador y liberal de Corea del Sur se ha intensificado en torno al caso. Las manifestaciones a favor y en contra de la destitución de Yoon continúan siendo un tema candente en las calles de Seúl. Expertos predicen que cualquier decisión del Tribunal Constitucional empeorará aún más la división política en el país.
Con información de Euro News.