La tecnología nos conecta con el mundo de manera instantánea. Fue cuestión de enviar un mensaje de WhatsApp para que la respuesta fuera inmediata. Y por la misma vía se tradujo la llamada al aire, de fidedigna calidad.
«Muchas gracias por la llamada, la verdad siempre es lindo escuchar gente patagónica, gente de la nuestra, efectivamente soy oriundo y criado en Esquel, toda mi familia es de allá, también tengo familiares de mis viejos en Trelew. y desde ya. si hay alguien escuchando les mando un cordial saludos, un fuerte abrazo para todos los parientes», celebró Campos en el inicio de la charla.
«Me radiqué en Ecuador cuando dejé de jugar profesionalmente por una cuestión familiar, este país me abrió las puertas para seguir creciendo que era lo que buscaba», valoró.
«En este momento estoy sentando en la oficina de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, en el Departamento de Coordinación, vivo en Guayaquil desde hace algunos años cuando tomé la decisión de no jugar más, me instalé en esta ciudad y comencé a trabajar inicialmente en un club que hoy está en Primera, Guayaquil City, que originalmente era River Ecuador, una filial de River de Argentina, una historia muy linda también», señaló el entrenador.
«Encontré una posibilidad que normalmente el futbolista no encuentra fácil, que hará después de jugar, es muy difícil, también me pasó pero yo encontré esta oportunidad en River. Me gradué de entrenador, soy profesor de Educación Física, después me dieron la posibilidad de coordinar algunas categorías, fui director deportivo, así fue creciendo, me empecé a capacitar para la gestión deportiva, y hoy estoy en un lugar privilegiado que respeto muchísimo, ser uno de los coordinadores de las selecciones nacionales de Ecuador», remarcó.
«Acabo de cumplir hace algunos días 46 años, me retiré a los 34 años, simplemente una decisión personal, estaba bien para seguir, pero había rodado tanto por el mundo, y el desgaste de los traslados, de cambiar de país, y ya con una esposa e hijos no era lo mismo, ya lo pensaba dos veces. No me iba yo con un bolsito, sino que tenía que movilizar una familia, entonces analizando los pros y contras decidí retirarme, contento y feliz, por ahí tenía uno a tres años más para seguir, pero puedo decir con mucha satisfacción que fui futbolista», expuso.
«Jugué de nueve toda la vida, desde los seis que empecé a jugar en San Martín de Esquel no paré nunca más, y ya sea en el fútbol argentino y en los países de afuera siempre jugué de punta», recordó.
«Debuté en el Torneo Nacional de Fútbol Infantil con San Martín de Esquel, a los 17 años me fui a probar a San Lorenzo, entre 400 jugadores seleccionaron a cuatro, uno era yo, ahí me quedé a vivir en Buenos Aires, hice todas las divisiones inferiores en San Lorenzo, hasta que firmé contrato profesional, pero no debuté en Primera, entrené con el plantel en la época del Bambino Veira, pero el club después me cedió a préstamo e hice la carrera por otro lado», precisó.
Campos ya había sido ayudante de campo de Gustavo Quinteros en la selección de Ecuador: «tuve la posibilidad de ingresar a la Federación Ecuatoriana por intermedio de Gustavo, con el que habíamos jugado en San Lorenzo, lo conocí cuando yo estaba en Reserva y él ya era un jugador consagrado, mantuvimos la relación de amistad y después nos encontramos acá en Ecuador», explicó.
«Cuando surgió la posibilidad de que (Quinteros) estuviera como técnico en la Eliminatoria pasada para Rusia me llamó y me dijo que necesitaba un asistente y que también lo ayudara en la parte de coordinación, cumplía con los requisitos porque era coordinador de un club, había sido futbolista, soy entrenador. Entonces ingresé a la Federación asistente de él y coordinador de selección», destacó.
La base de la actual selección mayor de Ecuador es la que ganó por primera vez el Sudamericano Sub 20 de Chile en 2019 y terminó tercera en el Campeonato Mundial de Polonia del mismo año, con Campos incluido en la planificación de ese proceso.
«Cuando él se va de la selección, por una cuestión de ética y respeto, le dije que me iba con él, pero me pidió que me quedara, que no me preocupara por él, que no perdiera esta oportunidad de trabajar en un lugar tan lindo, que me lo había ganado, y efectivamente después los directivos de la Federación me ofrecieron continuar, no como asistente porque iba a venir otro cuerpo técnico, pero sí como coordinador de selecciones», ponderó.
«Desde ese día y hasta hoy, estamos hablando de seis años, he trabajado con el “Bolillo” Gómez (2018-2019), el profesor (Jorge) Célico (actualmente a cargo de la Sub 20 ecuatoriana) y Jordi Cruyff (2020) y ahora cerca de Gustavo Alfaro y su gente», rescató Campos.
«Es un grupo de trabajo espectacular, gente de fútbol, muy rodados, con mucha cancha, y con Alfaro me une una relación de respeto inmensa, la verdad que se porta muy bien conmigo, la familia de él también. Yo no lo conocía hasta que llegó acá recién hace año, pero hemos generado un vínculo muy lindo, muy sano, y seguramente seguirá más allá de esta experiencia en la selección y eso es lo que en definitiva uno rescata, bien contento, trabajando y aprendiendo al lado de una persona que tiene una capacidad inmensa, no por casualidad ha dirigido tantos clubes, le ha ido tan bien, y acá le está pasando lo mismo», reconoció.
«Siempre que uno llega a un país extranjeros y encuentra un compatriota sirve y te da un acercamiento, es más fácil, pero después hay que ir generando la confianza y todo lo que necesita en lo laboral. Yo no soy amigo de los 44 millones de argentinos, la afinidad se va dando con el tiempo y con el grupo de Gustavo Alfaro nos llevamos muy bien, tenemos una relación de respeto sobre todas las cosas, hemos pasado a otras instancias personales porque convivimos juntos y nos pasa cosas lindas con el fútbol y eso genera una cercanía que sólo te da este deporte tan apasionante», resaltó.
«Se pueden discutir muchas cosas, el fútbol es una cuestión de gustos y pareceres, pero él es muy enfático, lo veo, lo escucho y observo como maneja las situaciones, en el convencimiento, como convence a todos de lo que hay que hacer», ponderó.
«Si en tu programa de radio tu productor te marca una línea de trabajo, y te convence, vas a seguir por ahí. Yo que tuve muchos entrenadores y he pasado por varios clubes, no siempre podés tener un líder que te convenza de esa manera. A Gustavo le destaco eso sobre todas las cosas, más allá de sus capacidades y visión de juego, el convencimiento que transmite», insistió Campos.
«Obviamente esto es fútbol, hay que seguir jugando, el paso ante Chile es inmenso, pero la definición del tercer y cuarto puestos está toda abierta», advirtió sobre la eventual clasificación de Ecuador al Mundial.
«Aunque tenemos la satisfacción de jugar contra los mejores del mundo, he estado en la cancha cuando jugamos con Messi, Neymar y todos estos monstruos, y ahí te das cuenta las diferencias, el bagaje de selecciones grandes. A nosotros todo nos cuesta más, estamos creciendo, todavía nos falta algunos años para llegar a ese nivel, pero con la confianza enorme de poder hacer una buena fecha en enero para sellar el gran objetivo de estar en el próximo Mundial», sostuvo.
«Y tampoco sería nada extraño que Ecuador haga un gran papel en Qatar porque viene creciendo hace 10 años, ahora aparece la noticia, pero hace tiempo que viene haciendo las cosas bien», consideró Campos.
«Tengo muchos amigos y compañeros con los que jugamos en Trelew, y simplemente tratando de dejar el nombre de nuestra provincia bien en alto, siempre digo que antes de argentino soy esquelense, a sus órdenes, un gustazo, abrazo de gol», enfatizó en el final.
PRIMERA BIBLIOTECA FUTBOLERA
Claudio Campos inauguró en agosto pasado la primera Biblioteca Futbolera de Chubut en Esquel con una donación de unos 300 libros y el respaldo del Gobierno provincial y la Municipalidad esquelense: «seguimos trabajando para conseguir más libros y sobre todo para que se sume más gente a esta iniciativa. El tema de los libros no es muy marketinero que digamos, pero es esencial para la vida», consideró.
SU TRAYECTORIA COMO FUTBOLISTA
Claudio Campos jugó en 17 equipos en su carrera profesional. Si bien firmó contrato e integró el plantel superior, no pudo debutar en la Primera de San Lorenzo y decidió ir a préstamo a El Porvenir en la Primera «B» Metropolitana de la mano del ex árbitro y entrenador Ricardo Calabria. Posteriormente se fue a México para jugar en Toluca, recaló en el Deportivo Cuenca de Ecuador, por eso su vínculo con ese país durante dos años (donde conoció a su esposa), siguió al PAS Giannina de Grecia, continuó su derrotero en Portugal donde jugó en cuatro clubes, volvió a la Argentina para jugar en la CAI de Comodoro en la Primera «B» Nacional, luego tuvo un breve paso por el fútbol de Paraguay, siguió en América de Cali de Colombia y cerró su carrera futbolística en The Strongest de Bolivia. Fuentes: Rubén «Menén» Fernández y Hernán Mercere.
