El índice, que registra los cambios mensuales en las commodities de alimentos más intercambiadas en el mundo, promedió 138 puntos en agosto, la menor cifra desde enero y 1,9% menos que en julio, mes en el que registró un descenso de 8,6% tras la liberación de los buques de cereales a través de los puertos ucranianos, bloqueados hasta ese entonces por Rusia.
En tanto, en la comparación interanual, los valores siguen reflejando una suba de 7,9%.
Los aceites vegetales lideraron los descensos con una merma de 3,3% respecto de julio y situándose ya “en un nivel ligeramente inferior al de agosto de 2021”, destacó la FAO en un comunicado.
Pese a que el aceite de soja experimentó un aumento moderado “debido a la preocupación por las condiciones atmosféricas desfavorables” sobre la producción de Estados Unidos, cayeron tanto el aceite de palma como el de girasol y colza, gracias a un mayor stock del primero y la reanudación gradual de los envíos de aceite de girasol desde los puertos de Ucrania.
En cuanto a los cereales, sus precios cayeron 1,4%, mensual –tras el fuerte descenso de 11,5% en julio-, arrastrados por un nuevo descenso del trigo que bajó 5,1% gracias a las mejores perspectivas de producción en América del Norte y Rusia, la mayor disponibilidad estacional por la recolección de cosechas en el hemisferio norte y, al igual que el aceite de girasol, por la reanudación de las exportaciones ucranianas a través del Mar Negro, tras el acuerdo alcanzado el pasado 22 de junio entre Ucrania y Rusia con la mediación de Turquía y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Además del trigo –que sumó su tercer descenso mensual consecutivo-, se mantuvo estable el arroz, mientras que los cereales secundarios aumentaron ligeramente (+ 0,2%).
Esta última suba obedece sobre todo al incremento de los precios mundiales del maíz (+1,5%), debido a unas “condiciones de cultivo cálidas y secas en la Unión Europea y Estados Unidos” que se vieron compensadas, en parte, por las mayores exportaciones ucranianas de dicho grano y por las caídas en los precios de la cebada (-3,8%) y el sorgo (-2,4%).
Pese al alivio en los precios, los cereales en general se siguen manteniendo 11,4% por encima de los valores de hace un año, con el trigo registrando un incremento de 10,6% anual.