Marcelo Pereira Surcin, más conocido como Marcelinho Carioca, es sin dudas una de las figuras más emblemáticas del fútbol brasileño.
Considerado el mejor pateador de tiros libres de la historia, su talento fue tan grande como las polémicas que lo rodearon a lo largo de su carrera y su vida personal. Desde debutar a los 16 años en Flamengo reemplazando a Zico, hasta ser víctima de un secuestro años después de su retiro, su historia parece sacada de una película.
MIRÁ TAMBIÉN | Barcelona va por la semi: hora y TV del duelo con Dortmund
Su irrupción en Flamengo fue explosiva: goles, lujos y una zurda mágica que anticipaba su legado como ídolo. Sin embargo, le costó asentarse en el equipo titular. Fue en Corinthians donde escribió sus mejores capítulos, especialmente tras su regreso al club en una campaña inédita donde los hinchas de varios clubes podían ayudar a reducir el precio de su pase con llamados telefónicos. En 2000, fue figura en el Mundial de Clubes que el «Timão» ganó ante Vasco da Gama.
A pesar de su consagración, Marcelinho también protagonizó momentos amargos. Ese mismo año falló el penal decisivo contra Palmeiras en la semifinal de la Libertadores, pese a haber sido el mejor jugador del torneo. Su carrera continuó con altibajos y se retiró en 2010, a los 39 años, en un amistoso con Huracán. Iba a ser embajador de Corinthians por el centenario del club, pero fue desvinculado tras ser visto en múltiples fiestas.
MIRÁ TAMBIÉN | Borja en el banco: el goleador que no es titular
Ya retirado, se mantuvo vigente en la televisión como panelista y dio el salto a la política, siendo elegido diputado por São Paulo. No obstante, la controversia no lo abandonó: fue secuestrado por una banda de extorsionadores tras ser visto con la esposa de uno de sus integrantes. Lo obligaron a transferir dinero y grabar un video bajo amenazas, sumando un nuevo capítulo oscuro a su vida.
Marcelinho fue tan brillante con la pelota como impredecible fuera del campo. Ídolo eterno de Corinthians, su legado futbolístico convive con una historia personal marcada por luces y sombras. Una vida de película que aún sigue dando que hablar.
Fuente: TyC Sports.