Las protestas que desde hace más de dos meses sacan a las calles de Myanmar a cientos de miles de personas pese a la represión de la junta militar se reconvirtieron hoy, en medio de una tregua acordada con el Ejército, con una “huelga de los huevos de Pascua”.
On this Easter Sunday, People of Myanmar are on #EasterEggStrike – celebrating on behalf of Christian ethnics minorities who are now political refugees at Kachin, Karen & Chin, and praying for Myanmar to resurrect. @freya_cole @KentEngland77 #WhatsHappeningInMyanmar #Apr4Coup pic.twitter.com/clQE97VF8l
— NwayOoNwe (@NwayOoNwe99) April 4, 2021
La campaña que coordina las protestas invitó a los manifestantes a colocar huevos con mensajes en distintos puntos del país y a compartir las imágenes en redes sociales, según recogieron los medios independientes como The Irrawaddy y Myanmar Now, informó la agencia de noticias Europa Press.

«Un pollo tiene que salir del huevo para nacer. Nosotros, la población de Myanmar, tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas contra la injusticia de la junta», declaró un manifestante.
«Salvemos a Myanmar», «Queremos democracia» o «Quítate del medio MAH» -en referencia al líder de la junta militar Min Aung Hlain-, se podía leer también en los mensajes que decoran los huevos de Pascua, cuyas fotos fueron difundidas hoy por el movimiento de desobediencia civil.
Los medios locales también dieron cuenta de nuevas protestas en varias ciudades, de nuevo con escenas de tensión entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
Según la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAAP), al menos 557 personas, entre ellos mujeres y niños, murieron a manos de las fuerzas de seguridad tras el golpe de Estado del 1 de febrero que derrocó al gobierno civil de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Pero el número de víctimas podría ser mucho mayor. Unas 2.700 personas fueron detenidas, y muchas de ellas, siguen encarceladas e incomunicadas, sin acceso a sus familiares o a sus abogados.
Según la AAPP, el Ejército y la Policía disparan munición real de día y de noche, y ayer murieron otros cuatro civiles.