El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció el 16 de marzo de 2025 que solicitará la destitución del jefe del Shin Bet, Ronen Bar. Según Netanyahu, la falta de confianza en Bar, quien ocupa el cargo desde 2021, ha llevado a esta decisión. El mandatario afirmó que esta medida es necesaria para «restablecer la organización» y evitar futuros desastres, en alusión al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Netanyahu explicó en un video que, especialmente en tiempos de guerra, debe existir una confianza absoluta entre el primer ministro y el jefe del Shin Bet. La agencia, encargada de la seguridad interna de Israel, tiene un papel clave en la lucha contra el terrorismo y la prevención de ataques como el de octubre de 2023.
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El mandatario israelí acusó a Bar de estar detrás de una «campaña de amenazas y filtraciones en los medios» que estaría dificultando la toma de decisiones dentro del Shin Bet. Estas acusaciones coinciden con el momento en que la agencia investiga posibles vínculos entre asesores de Netanyahu y Qatar, en un escándalo conocido como «Qatargate».
Por su parte, Ronen Bar respondió a la acusación, asegurando que su destitución no tiene que ver con el ataque de Hamás. En un comunicado, el jefe del Shin Bet aclaró que asumió su responsabilidad por no evitar el ataque, pero consideró que la razón real de su despido está vinculada con la «expectativa de lealtad personal» que Netanyahu exige, algo que considera incompatible con la Ley del Shin Bet.
La relación entre Netanyahu y Bar había sido tensa desde que la agencia comenzó a investigar posibles vínculos financieros entre asesores cercanos al primer ministro y Qatar. Esta investigación ha sido vista por algunos como un punto de fricción que terminó desencadenando la decisión de destituir a Bar.
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En un contexto de creciente presión por la situación política interna y los desafíos de seguridad en Israel, la destitución del jefe del Shin Bet puede generar aún más incertidumbre. La situación ha puesto en evidencia las tensiones dentro del aparato de seguridad israelí y podría tener repercusiones en la estabilidad política del gobierno de Netanyahu.
Fuente: DW.
Imagen: Kobi Gideon/Israeli Gpo/ZUMA Wire/IMAGO.