Un nuevo estudio revela que hace casi un millón de años, una drástica reducción en la población humana estuvo a punto de extinguir a nuestra especie, pero también dio origen a importantes cambios evolutivos, como el cromosoma 2 y el desarrollo de habilidades cognitivas avanzadas.
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Hace cerca de un millón de años, la humanidad estuvo al borde de la extinción. Según un reciente estudio publicado en la revista Science, entre los años 930.000 y 813.000, nuestros ancestros experimentaron una drástica reducción de su población, conocida como un «cuello de botella genético», que dejó a apenas 1.280 individuos reproductivos. Este evento, que duró alrededor de 117.000 años, ocurrió en medio de cambios climáticos extremos, como glaciaciones y sequías severas, que hicieron la supervivencia de la especie cada vez más difícil.
El estudio, liderado por un equipo internacional de científicos de China, Italia y Estados Unidos, proporciona una visión inédita sobre la historia evolutiva de los humanos. “Este hallazgo explica la brecha en los registros fósiles africanos y euroasiáticos de este periodo,” comenta Giorgio Manzi, antropólogo de la Universidad de Roma Sapienza. La severa reducción de la población, causada por condiciones climáticas extremas y la escasez de recursos, limitó la expansión de nuestros ancestros y su capacidad de sobrevivir.
Durante este crítico periodo, se perdió aproximadamente el 65.85% de la diversidad genética humana. A pesar de esto, los pocos sobrevivientes lograron adaptarse y superar las adversidades, lo que llevó a cambios significativos en la evolución humana, como la fusión de dos cromosomas ancestrales que dio origen al cromosoma 2, una característica exclusiva de los humanos modernos. Esta adaptación genética permitió, según los expertos, la diferenciación de nuestra especie de otras especies humanas como los neandertales y los denisovanos.
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Además de este evento evolutivo clave, el cuello de botella genético podría haber acelerado el desarrollo de rasgos cognitivos avanzados. Las presiones ambientales de la época habrían favorecido adaptaciones cruciales, entre ellas el desarrollo de habilidades cognitivas complejas, necesarias para la supervivencia en condiciones tan extremas.
Para llegar a estos sorprendentes descubrimientos, los investigadores utilizaron una innovadora técnica computacional llamada FitCoal, que permite reconstruir el tamaño poblacional de los ancestros humanos mediante el análisis de alelos en genomas modernos. Este método proporcionó una visión precisa, incluso con un número limitado de secuencias genéticas, a partir del análisis de los genomas de 3.154 humanos actuales. Yun-Xin Fu, genetista de la Universidad de Texas, destaca que este avance ha permitido identificar un cuello de botella tan antiguo con una precisión sin precedentes.
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A pesar de los avances, aún existen muchas incógnitas, como el lugar exacto en el que estos humanos sobrevivieron y qué estrategias emplearon para adaptarse. Algunos científicos sugieren que el control del fuego y la aparición de climas más hospitalarios podrían haber sido factores clave en su supervivencia y expansión posterior.
Este descubrimiento no solo llena un vacío en los registros fósiles, sino que también resalta la capacidad de los humanos para adaptarse y superar momentos de crisis extrema, una lección que sigue vigente en la actualidad. Según Li Haipeng, biólogo computacional, “nuestro objetivo es completar el panorama de la evolución humana durante esta etapa crítica.”
Fuente: Infobae
Foto: Infobae (Captura de pantalla)
