El pequeño de 3 años fue visto por última vez en 2015 en Santa Fe. La falta de pruebas y la falta de avances en la investigación han mantenido el caso estancado, pese a nuevos intentos por reabrirlo.
El 21 de diciembre de 2015, Maximiliano Sosa, un niño de tan solo 3 años, desapareció de la puerta de la casa de su abuela en Ceres, provincia de Santa Fe. Desde ese día, la búsqueda no ha cesado, pero el desfile del menor sigue siendo un misterio. A pesar de que el caso fue investigado por años, la falta de pruebas clave ha dejado a las autoridades sin respuestas y ha relegado el caso a un segundo plano en la agenda judicial.
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La desaparición de Maximiliano generó un fuerte impacto en la comunidad, que se unió en la búsqueda del niño, realizando rastrillajes en canales y descampados cercanos. Sin embargo, las primeras horas de investigación no trajeron respuestas. Los expertos inicialmente pensaron que el niño pudo haber caído en una cava cercana a la casa, pero los rastreos no arrojarían resultados positivos. En julio de 2016, la fiscal Hemilce Fissore imputó a los principales sospechosos, Sayago y Malagueño, por sustracción, pero en 2021 fueron liberados por falta de mérito.
Con el paso del tiempo, el caso de Maxi fue quedando atrás en la agenda judicial, hasta que en octubre de 2023, la Corte Suprema de Justicia ordenó a la justicia federal retomar la investigación, dando un nuevo impulso. El fallo instó a ampliar el espectro territorial de la investigación para verificar si el niño pudo haber sido inscripto en registros civiles provinciales o si existían restos humanos que pudieran coincidir con la identidad de Maxi.
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Foto: LA NACIÓN