Un estudio reciente revela que perros y gatos domésticos podrían actuar como reservorios de bacterias resistentes a antibióticos. Ya se detectó evidencia de transmisión entre mascotas y sus dueños en Portugal y el Reino Unido.
La investigación destaca la importancia de incluir a los hogares con animales en los programas de vigilancia de la resistencia antibiótica para abordar esta creciente amenaza para la salud pública.
Con más de 1,2 millones de muertes al año a nivel mundial atribuidas a infecciones farmacorresistentes, la amenaza para la salud pública es alarmante. El aumento proyectado a 10 millones de muertes para 2050 si no se toman medidas efectivas subraya la urgencia de abordar este problema.
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El estudio destaca cómo los perros y gatos domésticos pueden contribuir a esta preocupación al actuar como posibles portadores y transmisores de bacterias resistentes a los antibióticos.
La investigación resalta la necesidad de incluir los hogares con animales en los programas de vigilancia de la resistencia antibiótica. Dado que las mascotas podrían ser reservorios de resistencia, la monitorización de la transmisión de bacterias entre animales y humanos es crucial para comprender y abordar eficazmente esta creciente amenaza para la salud pública.
Los hallazgos del estudio subrayan la importancia de la higiene animal y personal para prevenir la transmisión de bacterias resistentes. Recomendaciones como lavarse las manos después de acariciar a las mascotas o manipular sus excrementos son fundamentales para reducir el riesgo de infecciones.
FUENTE: El Mundo.