El músico británico presenta «Phil Collins: Drummer First», donde habla sobre su deterioro físico, sus luchas personales y el legado que dejó como baterista.
Phil Collins, una de las figuras más icónicas de la música, ha dejado una huella imborrable tanto como miembro de Genesis como en su exitosa carrera en solitario. Sin embargo, tras años de éxito, el músico enfrenta una dura realidad: su estado de salud deteriorado. En su nuevo documental, Phil Collins: Drummer First, el artista de 73 años se abre sobre los desafíos que ha enfrentado en los últimos años, revelando detalles de su vida detrás de los reflectores y su profunda reflexión sobre su carrera.
En 2007, Collins sufrió una lesión grave en la columna vertebral que provocó un daño nervioso severo, afectando su movilidad y, lo más doloroso para él, su capacidad para tocar la batería, el instrumento que define su identidad musical. «Si me despierto un día y puedo sostener un par de baquetas, lo intentaré. Pero siento que he usado todos mis kilómetros de aire», expresó el artista, quien no puede ocultar el impacto emocional de no poder tocar más su instrumento.
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La condición física de Collins empeoró con el tiempo, y además de la lesión en la columna, padeció lo que se conoce como «pie caído», una afección que reduce la sensibilidad en el pie, obligándolo a utilizar bastón o silla de ruedas. A pesar de someterse a varias cirugías, como las intervenciones en su cuello en 2009 y 2017, el daño a sus manos sigue siendo irreparable, lo que le impide tocar la batería o el piano. «Mis manos aún no pueden funcionar con normalidad, lo que hace imposible que toque la batería o el piano», comentó con pesar.
En el documental, Collins profundiza en sus años de lucha contra el alcoholismo, que lo llevó a enfrentar una pancreatitis aguda. «Durante meses estuve bebiendo vodka por la mañana y cayéndome delante de mis hijos», confesó en 2016. Aunque logró superar esta etapa oscura y mantenerse sobrio por tres años, ahora disfruta de una copa de vino de manera moderada.
El documental Phil Collins: Drummer First, estrenado en el canal Drumeo de YouTube, es un viaje íntimo a través de su carrera y sus dificultades. Collins reflexiona sobre cómo su identidad siempre estuvo ligada a la batería, afirmando: «No soy un cantante que toca un poco de batería. Soy un baterista que canta un poco». El filme también incluye testimonios de otros músicos influyentes que reconocen la revolución que Collins causó en la percusión. Eric Clapton, por ejemplo, relata su reacción al escuchar a Collins tocar la batería: «¡Maldita sea, qué fue eso!».
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Phil Collins cosechó una enorme cantidad de éxitos a lo largo de su carrera. Desde su aclamado Face Value (1981), que incluye el emblemático «In the Air Tonight», hasta No Jacket Required (1985), uno de los discos más vendidos de todos los tiempos, que le valió un Grammy al Álbum del Año. Su estilo único también se reflejó en canciones como «Against All Odds» y «Another Day in Paradise», que marcaron la industria musical.
A pesar de su éxito como cantante y compositor, Collins siempre se consideró ante todo un baterista. En marzo de 2022, el músico ofreció su último concierto con Genesis en el O2 Arena de Londres, un evento cargado de emoción. En ese concierto, acompañado por Tony Banks y Mike Rutherford, y con su hijo Nic en la batería, Collins se despidió de sus fans desde un asiento en el escenario. «Esta es una noche muy especial. Es nuestra última parada, y después de esto todos tendremos que conseguir un trabajo de verdad», bromeó ante el público.
La gira The Last Domino?, que marcó el regreso de Genesis después de 14 años, fue adaptada a las condiciones físicas de Collins, quien, aunque ya no podía tocar la batería, siguió siendo el alma del espectáculo con su voz.
Fuente: Infobae.
Foto: Christian Bochichio / Teleshow.