Decenas de personas se congregaron en Sevilla para exigir justicia por la muerte de Mamour Bakhoum, migrante senegalés que falleció ahogado en el río Guadalquivir el pasado 29 de diciembre mientras huía de una persecución policial. La operación formaba parte de los habituales controles contra la venta ambulante en España.
Alfonso Romero, miembro de la Asociación La Carpa, subrayó que Bakhoum “no estaba cometiendo un delito, solo vendía camisetas”. Según Romero, la persecución policial llevó a que el migrante corriera más de un kilómetro y finalmente intentara cruzar el río, perdiendo la vida en el intento.
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Serigne Mbayé, secretario de antirracismo del partido Podemos, destacó que el problema radica en la imposibilidad de acceder a trabajos formales debido a la falta de documentación. “Estas persecuciones son el resultado del racismo institucional”, afirmó, y pidió que se detenga la criminalización de las personas migrantes.
La comunidad senegalesa y organizaciones sociales han exigido una investigación exhaustiva e independiente que aclare los hechos. Además, solicitan la publicación de las grabaciones de las cámaras de seguridad y denuncian el racismo institucional como causa de la tragedia.
Bakhoum, de 43 años, era conocido por dedicarse a la venta ambulante para sobrevivir. Su muerte ha provocado indignación ciudadana y una oleada de protestas en España, con llamados a la Comisión Europea para que intervenga y se garantice justicia para las víctimas de discriminación racial.
Fuente: Telesur.