Ocurrió este viernes por la madrugada, cuando un cabo primero de la Policía de Neuquén vio cómo un joven le robaba el estéreo de su auto y salió a perseguirlo con su arma reglamentaria.
El efectivo policial, que se encontraba de franco, efectuó varios disparos, asestándole dos por la espalda al ladrón. Luego, cuando el joven baleado cayó al suelo, con una importante pérdida de sangre, el policía huyó del lugar para evitar ser descubierto y tampoco dio aviso de lo ocurrido.
Horas después, el sujeto se presentó a trabajar a la Comisaría 22 y tampoco reportó nada de lo ocurrido, por lo que luego su situación se complicó aún más.
El aviso a la Policía fue hecho por un vecino, cerca de las 7.30, que observó a una persona sin vida en medio de la calle. El cuerpo se encontraba en inmediaciones de la Escuela 307 de Zapala, sobre la calle Chaco.
Una vez presentes en el lugar, personal policial realizó las pericias de rigor e identificaron a la víctima como Facundo Guiñez, de 29 años, cuyo cuerpo fue trasladado para practicársele la autopsia.
En el lugar, la brigada de investigaciones concretó un rastrillaje para recabar detalles de cómo se había producido el hecho. Lo llevó a la detención del oficial fue el testimonio de un vecino del sector que motivó un allanamiento en el domicilio.
Allí se encontró un calzado con sangre en la suela. De inmediato se ordenó la demora y secuestro de la pistola oficial del policía, que fue peritada.
La fiscalía, en tanto, imputó este sábado el efectivo por homicidio y solicitó su prisión preventiva por el intento de ocultar el hecho.
Fuente: lmneuquen.com