Miles de griegos marchan en la mayor manifestación contra el Gobierno por el accidente de tren que dejó 57 muertos. La Policía responde con gases lacrimógenos y detenciones.
Este viernes, en el segundo aniversario de la tragedia ferroviaria en la que murieron 57 personas, centenares de millas de griegos se congregaron en la Plaza Sintagma, en Atenas, para protestar contra el Gobierno del primer ministro Kyriakos Mitsotakis. Los manifestantes exigen justicia por el accidente ocurrido en 2023, que involucró una colisión frontal entre un tren de carga y otro de pasajeros, en un tramo sin sistemas de seguridad automatizados.
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La movilización, que según la Policía reunió a unas 200.000 personas, se convirtió en una de las protestas más grandes de la historia de Grecia, con algunos organizadores estimando hasta 500.000 participantes. Los sindicatos y grupos sociales se unieron en una huelga general que paralizó el país. A pesar de la mayoría pacífica, los enfrentamientos se estallaron cuando un grupo de manifestantes violentos lanzó cócteles molotov y piedras contra los agentes de la Policía.
La Policía respondió utilizando gases lacrimógenos, lo que ocasionó que varias personas necesitaran atención médica, en su mayoría por la inhalación de los gases. Según los informes, alrededor de 50 personas fueron atendidas, y al menos 10 debieron ser hospitalizadas. En otras ciudades como Salónica y Patras, también se registraron altercados y detenciones, mientras la protesta se expandía por el país.
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Los sindicatos, que convocaron a la huelga, se mostraron firmes en su reclamo. Dimitris Karayeorgópulos, portavoz de la GSEE, destacó la magnitud de la manifestación, señalando que nunca antes había visto tal cantidad de personas movilizadas en Atenas. Las calles de la capital se llenaron de ciudadanos pidiendo que se hagan responsables por lo sucedido en Tempe, donde la falta de sistemas de seguridad en la vía fue un factor crucial en la tragedia.
Mientras la lucha por la justicia continúa, el clima de tensión en Grecia persiste. Los griegos consideran que el Gobierno continúa sin asumir sus responsabilidades, y gran parte de la sociedad civil denuncia un intento de encubrimiento. La tragedia de Tempe sigue siendo un símbolo de la frustración y la desconfianza hacia las autoridades en un momento de crisis social y política.
Fuente: EFE.
Foto: EFE/HATZIPOLITIS NICOLAOS.