El episodio se produjo este viernes por la tarde en Esquel cuando una mujer concurrió a la comisaría a dejar elementos a su hijo.
Entre estos artículos se encontraba una botella de gaseosa de 1,5 litros la cual parecía estar cerrada.
Sin embargo, los efectivos policiales que requisaron los elementos notaron algo extraño en la tapa, constatándose que la misma ya había sido abierta y la tapa estaba pegada con adhesivo.
El contenido de la botella era similar a simple vista con la gaseosa en cuestión y finalmente al descubrirse que el envase había sido abierto, se verificó que la sustancia era una bebida alcohólica.
Ante esto, la botella que contenía el líquido fue secuestrada y se le prohibió al detenido recibir elementos de su madre por un plazo a determinar.