“Llevamos dos meses sin cobrar nuestro salario y atendiendo en el caso de los docentes a las aulas virtuales y a tratar de darle contención a nuestros alumnos, en la medida de lo posible y de distintas maneras. Pero por parte del Estado provincial absolutamente nada”, reprochó la docente Raquel Capraro en la Plaza Independencia.
“En el rango 1 tenemos aproximadamente 2 mil docentes, pero mayoritariamente están distribuidos en el rango 2 y 3, que tenemos dos sueldos sin cobrar”, remarcó.
“Surgió de manera espontánea por las redes, no hubo una convocatoria formal, ni siquiera como auto convocados, fue algo que surgió de docentes de distintas escuelas para mostrar lo que está pasando en relación a la falta de cobro de salarios. Parece que la cuarentena le viene bien al Gobierno para que no podamos expresar la situación que estamos viviendo”, fundamentó.
“El rango 1 cobra hasta 40 mil, ya le deben abril. Con el costo de la canasta familiar, quien puede sobrellevar un mes con 40 mil pesos si no le deben el sueldo, y peor estamos los otros rangos”, dijo con un tono de angustia.
“Estamos pagando internet, energía y nuestros equipos informáticos. Lo único que se están distribuyendo son los cuadernillos de Nación, que no dan cuenta de la realidad de la provincia, pero además están siendo distribuidos principalmente con el esfuerzo de los equipos directivos de las escuelas”, expuso.
“Al margen que tampoco están haciendo absolutamente nada en cuanto a la infraestructura edilicia, nosotros nos vemos saturados de trabajo en función de la atención que implica la virtualidad, pero por el contrario no estamos cobrando los sueldos. Y eso no es tenido en cuenta por ninguno de los gobiernos, ni Provincial ni Nacional”, lamentó.
“Esta manifestación surgió de manera grupal, las autoridades gremiales nos han enviado algunos mensajes de WhatsApp y algunos comunicados, pero insistimos en la necesidad de reforzar el reclamo salarial”, dijo sobre la decisión de salir a las calles pese al aislamiento.
«APROVECHARON LA CUARENTENA PARA DESAPARECER»
«Antes de la pandemia, ya estábamos sin plata. Se tiran la pelota unos a otros y nosotros hace 50 días que no tenemos un peso. Nos tienen encerrados en casa, pero no tenemos que darles de comer a nuestros hijos», demandó por su parte uno de los operarios de la empresa pesquera Fyrsa, que adeuda cuatro quincenas a sus trabajadores.
«El empresario se borró y dejó 250 familias en el aire. Hacíamos procesamiento de langostino y merluza. Estábamos trabajando y una vez que se decretó la cuarentena no pudimos ir más. Aprovecharon la cuarentena para desaparecer», reprochó el operario.