Refugiados eritreos en Addis Abeba enfrentan detenciones arbitrarias y extorsión, mientras crecen los temores por deportaciones y violaciones de derechos humanos.
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Refugiados eritreos en la capital etíope, Addis Abeba, han denunciado detenciones masivas y actos de extorsión por parte de las autoridades locales, lo que ha intensificado el miedo y la incertidumbre entre miles de personas que huyeron de la persecución en su país de origen. Según testimonios, cientos de eritreos han sido arrestados en las últimas semanas, incluyendo mujeres y niños.
La Comisión Etíope de Derechos Humanos anunció que investigará los incidentes, mientras que la policía local no ha emitido declaraciones al respecto. Sin embargo, informes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) confirman la gravedad de la situación y expresan «profunda preocupación» por el trato que están recibiendo los refugiados.
Entre los casos reportados, un hombre relató cómo fue detenido junto a un amigo tras ser escuchado hablando tigriña, un idioma utilizado en Eritrea y en la región de Tigray en Etiopía. “Un inspector exigió dinero para liberarnos. Estos pagos se realizan en secreto para evitar dejar pruebas”, denunció.
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La inseguridad también afecta a los refugiados que permanecen en los campamentos, donde enfrentan asaltos, secuestros y ataques por parte de grupos armados. En el campamento de Alemwach, en la región de Amhara, al menos nueve refugiados han sido asesinados en el último año, y muchos otros han sido apuñalados o baleados en robos violentos.
Estos incidentes recuerdan las deportaciones masivas de eritreos durante la guerra entre ambos países (1998-2000), cuando miles de personas fueron expulsadas de Etiopía. Hoy, los refugiados temen que la historia se repita, especialmente tras el deterioro de los lazos diplomáticos entre Eritrea y Etiopía tras la reciente guerra civil en Tigray.
Los refugiados piden con urgencia la intervención de la comunidad internacional y las Naciones Unidas para garantizar su seguridad y evitar su deportación a Eritrea, donde temen enfrentar encarcelamientos y torturas. “Hemos escapado de la persecución en Eritrea, pero aquí enfrentamos lo mismo”, dijo un refugiado que lleva seis años viviendo en Addis Abeba.
Fuente y foto: BBC