La crisis en Sudán del Sur se agrava día a día. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, advirtió que el conflicto no podrá resolverse mediante la fuerza militar.
La guerra entre el gobierno y grupos opositores se ha recrudecido este año, provocando una grave catástrofe humanitaria y un colapso político en el país más joven de África.
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Durante una conferencia en la República rusa de Daguestán, Zakharova expresó su preocupación por el “marcado deterioro de la situación”, subrayando el incremento de víctimas civiles y la intensificación de los enfrentamientos. En lo que va del año, la violencia étnica y la ruptura del acuerdo de paz de 2018 han destruido los esfuerzos por alcanzar la unidad nacional.
Las cifras humanitarias son alarmantes. El Comité Internacional de la Cruz Roja reveló que realizó más de 1.000 cirugías por heridas de bala en menos de tres meses. Además, más de 130.000 personas fueron desplazadas a causa de bombardeos y ataques aéreos que obligaron a la población a abandonar sus hogares y dejaron a comunidades enteras sin acceso a ayuda humanitaria.
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Los ataques también han cortado rutas comerciales vitales, como las que conectan Sudán del Sur con Etiopía, dificultando la llegada de suministros esenciales. Las organizaciones humanitarias temen un colapso total si no se logra una tregua inmediata que permita restablecer corredores humanitarios y proteger a los civiles.
Rusia pidió una solución política inmediata y advirtió que una respuesta militar solo agravará el sufrimiento de la población. La comunidad internacional, incluida la ONU, ha sido instada a redoblar esfuerzos diplomáticos para evitar una tragedia aún mayor en una región que ya ha sufrido años de conflicto armado y desplazamientos masivos.
Fuente: RT.
