Fuerzas rusas llevaron a cabo un ataque contra Ucrania, provocando daños significativos en la infraestructura energética del país. Según informes, se lanzaron un total de 99 drones y misiles, con el resultado de tres centrales térmicas dañadas. A pesar del gran número de ataques, 84 de los drones y misiles fueron derribados por las defensas ucranianas.
El ministro ucraniano de Energía, Guerman Galushchenko, describió el ataque como «masivo», señalando que los sitios de producción energética en las regiones de Dnipropetrovsk, Poltava y Cherkasy fueron blanco de los ataques. El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Sergiy Lysak, confirmó que varias instalaciones energéticas resultaron dañadas como consecuencia del ataque.
Este ataque no solo causó estragos en la infraestructura energética de Ucrania, sino que también desencadenó la activación de la alarma antiaérea en todo el país durante la noche del jueves al viernes, aumentando la tensión y el temor entre la población.
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La situación también provocó una respuesta de precaución por parte de las fuerzas armadas polacas, que despegaron aviones militares debido a la presencia de misiles rusos cerca de la frontera occidental de Ucrania.
Este último incidente subraya la creciente intensidad de los ataques entre Rusia y Ucrania, así como el impacto devastador que tienen en la seguridad y la estabilidad de la región. La comunidad internacional observa con preocupación mientras la violencia continúa escalando en esta disputa prolongada.
FUENTE: DW.