Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, ha puesto en marcha una serie de medidas para combatir el narcotráfico y la inseguridad en la provincia. En este contexto, el sábado pasado se llevó a cabo una requisa sorpresa en la cárcel de Piñero, considerada estratégica para las operaciones de narcos en la zona.
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El operativo, dirigido por el Servicio Penitenciario de Santa Fe, se enfocó en cuatro pabellones de la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, donde se secuestraron facas, celulares y chips de teléfonos móviles. Según Lucía Masneri Calderari, secretaria de Asuntos Penales, las requisas se realizaron en áreas ocupadas por internos vinculados a bandas criminales de narcotráfico y en unidades con detenidos de alto perfil.
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La requisa se llevó a cabo en respuesta a un reciente ataque a un micro de penitenciarios en la zona de Circunvalación, y como parte de una estrategia más amplia de control carcelario impulsada por el gobierno provincial. Pullaro, en un mensaje compartido en redes sociales, afirmó: “Tenemos un plan de Seguridad, sabemos cómo llevarlo adelante y estamos trabajando para eso”.
La cárcel de Piñero ha sido históricamente un punto crítico en la lucha contra el crimen organizado en la región. En el pasado, albergó a figuras prominentes del narcotráfico rosarino. Los recientes operativos buscan ajustar el control sobre los presos considerados de alto perfil, sospechosos de ordenar delitos desde prisión.
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Desde el inicio de su gestión, el gobierno santafesino ha emprendido acciones significativas en el sistema carcelario, trasladando a más de 1200 detenidos de comisarías a unidades penitenciarias y restringiendo las visitas a reclusos de alto riesgo.
Fuente: Infobae.
Foto: Gobierno de Santa Fe.