Este 22 de abril se cumplen 40 años del inicio del Juicio a las Juntas, el proceso judicial que sentó en el banquillo a los máximos responsables de la última dictadura militar. El juicio marcó un hito histórico y fue posible gracias al impulso decidido del gobierno de Raúl Alfonsín, que enfrentó fuertes presiones militares y un contexto político delicado.
El presidente firmó el decreto 158/83 apenas tres días después de asumir, habilitando el juzgamiento de los comandantes militares por desapariciones, torturas, asesinatos y apropiación de menores. Paralelamente, creó la Conadep, que elaboró el informe “Nunca Más”, base documental clave para el juicio.
El proceso comenzó en abril de 1985 ante la Cámara Federal, luego de que la justicia militar dilatara la causa. En 530 horas de audiencias, declararon 833 personas. El 9 de diciembre de ese mismo año, cinco altos jefes fueron condenados, entre ellos Jorge Rafael Videla y Emilio Massera.
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La decisión de Alfonsín no solo tuvo impacto jurídico, sino también social. Permitió a la sociedad escuchar a las víctimas y dimensionar el horror vivido. Sin embargo, las amenazas de nuevas sublevaciones militares llevaron a la sanción de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, decisiones cuestionadas por los organismos de derechos humanos.
A cuatro décadas, el Juicio a las Juntas sigue siendo un pilar de la memoria colectiva. Y el rol de Raúl Alfonsín, clave en su concreción, lo consagra como una figura central en la historia democrática argentina.
Fuente: Perfil.